Carta abierta a Zeus/Júpiter

Publicado el domingo, 8 de febrero de 2009

Estimados Zeus y Júpiter:

Ambos todopoderosos, omnipresentes, señores de la lluvia e igual de respetables a estas alturas de la vida. Les escribo para preguntarles qué hay de lo mío. Sí, seguramente ya no recordarán que cambié las apacibles aguas mediterráneas por el rugir atlántico hace algo más de tres meses. Una permuta que nunca dije que fuera fácil. Sabía que me tenía que ir olvidando del astro rey a todas horas, de las lluvias torrenciales e injustificadas y hasta de aquel solecito de mediodía en enero. Tengo la piel de gallina de sólo pensarlo. Lo sabía y así lo firmamos en aquel contrato que, espero, no hayan olvidado en el fondo de algún archivador.

Pero esto es demasiado, mucho. Estamos en alerta naranja por quinta vez desde estoy aquí (tras haber pasado por una alerta roja con rachas de viento de 180 km/h y nosécuántas alertas amarillas), no conozco otro mar que el mar de fondo y no recuerdo dos días seguidos sin llover desde hace un mes. Mis cuentas dicen que ha llovido dos de cada tres días y que he visto granizar más que en toda mi vida. Y eso sin contar el frío que está haciendo, el regalo que tuvisteis a bien dejarle a Maria y Yeray o el hielo del día de mi vuelta a casa.

Algo me debí imaginar allá por octubre, cuando puse rumbo a estas tierras. Y descubrí, entre otras cosas, que la ropa de Inditex era diferente por aquí. Como más gorda, por así decirlo. Mi nórdico gallego de Zara Home era, concretamente, 100 gramos más tullido que el valenciano. Y cuando comprendí que da igual cómo comience un día o qué diga la información del tiempo: siempre puede llover.

Espero que emprendan medidas con la urgencia que les imploro y merezco. Que sean justos y valoren todo lo que relato, frente a lo que pone en mi contrato. Si no es así, me veré obligado a tomar decisiones. Como resignarme. Y de eso sé mucho, sépanlo. Sin acritud,

Luis Guillot.

En imagen, les adjunto cómo quedó un paraguas gracias a sus rachas de viento y lluvia. No es el mío, pero en el mismo sitio, unas horas antes y en pleno diluvio universal yacía el mío. El segundo que perece, por cierto.

4 comentarios

Comentarios

Chicapotingues dijo...

jajajajajaja La verdad es que está haciendo un invierno muy durillo sí.. Yo te entiendo. Preséntame cómo testigo si tienen que ir al juicio por incumplimiento de contrato ;)bur

oysterboy dijo...

Me presento. Soy el abogado de Zeus y Jupiter. Mis clientes están completamente desolados por su situación pero lamento decirle que poco pueden hacer para solventarla ya que en estos precisos instantes se encuentran de vacaciones en Río de Janeiro, Brasil.

A pesar de esto y como deferencia por su carta, le enviaremos un nuevo paraguas lo antes posible para reparar el que causó baja.

Saludos cordiales

Anónimo dijo...

Estimado Sr. Guillot:
lamentamos moitísimo a situación que está a padecer vostede. Desgraciadamente, perdimos a xurisprudencia meteorolóxica sobre os territorios noroccidentais da Península Ibérica nunha partida de tute subastado contra Santiago Pemán.
Velaquí a explicación dos trastornos meteorolóxicos que está vostede a sufrir.

Só me resa dicirlle que, coma todos, "ajo y agua"

Unknown dijo...

Pásate a Pull&bear aunque vaya al mismo saco. Tranki organizamos un viaje (for me) para Almería y te lucirá un sol q ni en Mercurio, y de paso acabamos con la sequía

:P

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails