marzo 2010

Las respuestas a todas las preguntas

Publicado el martes, 30 de marzo de 2010

La fusión o la no fusión. Mi vida más allá de julio. La segunda parte del viaje a Portugal. Lo que todavía queda de la vieja Ferrol. Las historias "a su manera" de una periodista muy particular. Cómo acaba Lost. El descubrimiento de la Galicia descoñecida. El Xacobeo suda muy poco. O pai Miño. El reenamoramiento en Barcelona. El 200 aniversario de la ciudad. De monjes en conventos desaparecidos. De ríos que de pronto se secan. La reconquista ourensana. De peces a euro el metro cuadrado. Cuando Citröen estornuda, Vigo se mete en cama.


Estos asuntos, entre otros, no desfilarán pronto por La Voz de Galicia, sino por este blog. Y es que es un buen momento para poner fin a la sequía informativa de febrero y marzo. Pero antes, entenderéis, hago las maletas por enésima vez para subirme en un autobús con alas que me llevará a Valencia. A la vuelta de la Semana Santa nos vemos por aquí o por allí, con todo aquello que me siga pasado En el final de la tierra.

En imagen, la primavera llega a la Ribeira. Una bonita estampa para acompañar una de esas entradas que recuerdan que sigo vivo y que pronto volverá la actividad de verdad al blog. Que ahora los días ya empiezan a alargar...

En la pola de Valencia

Publicado el jueves, 25 de marzo de 2010

Últimamente escucho que hay gente que está en la pola. Tal vez la situación de más incertidumbre de la habitual que estamos viviendo ayude mucho. Y es que se dice en gallego que alguien está en la pola cuando no se entera mucho de la película. Lo que por allí diríamos estar a la lluna de València.


Esta expresión me viene de perlas, porque últimamente el mundo se mueve de una forma extraña y casi me había acostumbrado a la velocidad de crucero. Suerte que todavía recuerdo que nada se acaba en todo lo que conocemos y que, en cualquier momento, me puedo bajar y correr. Tal vez sea un buen momento para desentumecer. Porque, lo siento, pero no estoy hecho para estar en la pola de Valencia.

En imagen, un señor observa algo cabizbajo la inmensidad del océano desde el paseo en la playa de Samil, con las Cíes al fondo. Mientras, una señora y un señor alzan la mirada, buscando posiblemente el final del paseo y el principio de la ría. Imágenes como ésta me hacen preguntarme realmente en qué posición quiero estar.

Las Fallas en Vigo: la cremà

Publicado el viernes, 19 de marzo de 2010

Seguramente es la imagen más repetida: las fallas quemándose y las falleritas llorando desconsoladas. Como la vida misma. Las fallas no están hechas para durar eternamente, ni siquiera 35 años, ya se sabe. Y llega el fuego purificador y se lleva todo.


La gracia está en explicar que las fallas están hechas de cartón-piedra, madera y tantos materiales sintéticos como uno pueda imaginar; así sale ese humo oscuro cuando le pegan fuego. Y ya se sabe: desde que las queman ya están pensando en el próximo año. La ciudad vuelve a la calma en un par de horas y más de uno desea cambiar de ciudad, el próximo año.

En imagen, Vigo me regala una más oportuna imagen. Un vándalo o una casualidad han querido que mi contenedor de papel y cartón se haya convertido en una pequeña falla, justo en esta semana. Interesantes coincidencias...

Las Fallas en Vigo: la nit del foc

Publicado el jueves, 18 de marzo de 2010

La semana se acaba y no puede faltar la nit del foc, que viene siendo un castillo de larga duración. Y es que mientras un castillo normal dura unos ocho minutos, la nit del foc se alarga hasta los 20 ó 25. Y allí están los señores de pirotecnia Caballer mostrando tantas novedades que ni las podemos asimilar. Una especie de pasarela de las tendencias en pólvora y luz. Hablo de esto: parte 1, parte 2 y parte 3.


En imagen, lo que se consigue con una velocidad de obturación muy baja y una vela. Por supuesto con la luz apagada y una extraña sensación de ritual satánico. Y es que las Fallas, en el fondo, tienen algo de ritual.

Las Fallas en Vigo: los churros

Publicado el miércoles, 17 de marzo de 2010

Los más románticos dicen que Valencia, en Fallas, huele a flores. Los más patrióticos, que a flor azahar. Los más falleros, a pólvora y humo. Los más festers, dicen que a cassalla. El resto opinamos que huele a fritanga.


Porque sí, queramos o no, las Fallas son un negocio y los churreros trabajan tres semanas y sobreviven el resto del año. En cada esquina aparece una churrería más o menos aparatosa, más o menos móvil y se dedica a freir lo que caiga, desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la mañana del día siguiente. Churros, porras, bunyols. Solos, con crema o con chocolate. Y chocolate, claro. Aunque también gofres, patatas y, como te descuides, también te fríen a esa señora que se las arregla para colarse. Y así durante mucho más de lo que desearíamos los que tenemos un olfato excesivamente delicado.

En imagen, un par de churros sobreviven fuera de su hábitat y sin chocolate. Qué triste es la vida y cuánto se puede echar de menos un aceite tan refrito. Eso sí que es reciclaje y, lo demás, tonterías.

Las Fallas en Vigo: la mascletà

Publicado el martes, 16 de marzo de 2010

Veamos, la mascletà no es ruido. O aceptamos eso o no sigo. Porque cuando intentas explicar en qué consiste una mascletà a alguien que nunca ha estado en una, pues te pones tenso sin querer. Que sí, que no es apta para oídos delicados. Que sí, que tampoco es una sinfonía de Beethoven. Pero emociona sentir cómo el tímpano vibra, cómo se acerca el terremoto final, cómo los masclets caen o cómo la parte aérea no deja indiferente. Claro, eso y silbar cuando faltan 2 minutos para que empiece ya, pedir "que bote Rita", que la fallera diga aquello de "Senyor pirotècnic, pot escomençar la mascletà" y que Paco Nadal sintetice en 10 segundos esos 5 minutos y 130 kilos de pólvora. Y esas cosas, os meus filliños, o se sienten en directo o Youtube no ayuda mucho.

En imagen, seguimos acumulando puntos para el premio de "enginy i gràcia". Porque, oye, por ingenio que no sea. ¿O me vais a decir que nunca habéis cogido el cartón de un rollo de papel y lo habéis cubierto con papel o celofán? En mi tendal (o tendedero, según dónde esté) cuelga estos días unos simpáticos masclets decorativos. Confío en no encontrarme con los GEO un día de estos cuando vuelva del trabajo...

Las Fallas en Vigo: la plantà

Publicado el lunes, 15 de marzo de 2010

Sin resignación, pero visto que estas Fallas voy a tener que quedarme por Vigo, esta semana trataré de buscar símiles con las fiestas grandes de Valencia. Porque claro, uno no es un fallero al uso, ni un hooligan del cartón piedra; pero tiene sus sentimientos. Así, de paso, explico algunas de las pequeñas cosillas a las que nos dedicamos los valencianos en esta semana.


Por ejemplo, la plantà, acción en la que los artistas falleros estarán empeñados esta noche. O, lo que es lo mismo, dícese de sacar todos los trozos de la falla, juntarlos y dejarla lista para que, a primera hora de mañana, unos cuantos jurados recorran la ciudad tomando nota. Por la tarde emitirán su juicio y, excepto sorpresa de última hora, Nou Campanar se alzará con el premio. Los que siempre fuimos más de Na Jornada, seguramente, nos quedaremos otro año con las ganas...

En imagen, algo que planto todas las mañanas, un buen desayuno con Nescafé y sacarina. Y, como en las fallas, la crisis se nota y todo viene con algo de descuento...Está claro que en "enginy i gràcia" me merezco un premio, di que sí.

Dos muertos y un herido...

Publicado el miércoles, 10 de marzo de 2010

Ése sería el titular si este blog fuera sensacionalista. O si los simulacros fueran cualquier otra cosa menos ensayos. Porque ayer en la EOI de Vigo tuve un falso y ficticio cara a cara con el fuego. Se apagaron las luces y mi profesor siguió con as variacións dos verbos en galego hasta que se me ocurrió decirle algo así como "podemos abrir a porta para mirar si pasa algo?". En galego, claro, que una cosa es temer por la vida y otra ser un Rosa Díez, en el sentido peyorativo de la expresión.


A los 10 segundos sonó algo parecido a un timbre e, iluminado, el profesor nos animó a bajar corriendo, porque estábamos "seguramente" en un simulacro. Tuve que elegir entre el Ipod y la cazadora y, por supuesto, pasé frío (hay mucho asalta-ipods en los simulacros de incendio, ya se sabe). Un par de minutos después, los bomberos, protección civil y sanitarios entraban en el edificio y, al rato, salían con una chica en camilla. Todo tan real que los vecinos se afanaban a sacar sus cabezas por las ventanas, los paseantes alargaban su paseo y hacían presencia las señoras que van a un simulacro y se ponen histéricas a preguntar "qué ha pasado" o "ha muerto alguien".

Lo que está claro es que ir a gallego comienza a ser un deporte de riesgo. Porque las conclusiones del simulacro dicen que falló la alarma de incendios (y se utilizó la de clases) y que los bomberos no encontraron a dos de los heridos. No me gustaría estar en el pellejo de la empresa de seguridad de la EOI.

En imagen, la falsa herida se dirige a la ambulancia que la trasladará al hospital. Claro, aunque todos sabíamos que se iba a dar una vuelta.

Pouvez-vous parler français?

Publicado el jueves, 4 de marzo de 2010

La imagen que acompaña a esta entrada no es de un crêpe de esos con Nutella que me enseñó a cocinar Toni, ni de los que me comía con Cristina en Brest (cuánto echo de menos aquellos crêpes de bolsillo o los de untar en casa). Tampoco es una filloa de las que me habló en alguna conversación difusa Eloy o algo más clara, de nuevo, Cristina.


Se llama freixó y es una variedad autóctona de Ferrolterra. Sabe a anís y no necesita chocolate, mermelada o queso y jamón para ganar enteros. Y lo dice un larpeiro. La semana pasada un cargamento de freixós llegó a mi casa con la excusa de una cena. Hechos con la auténtica receta de las Bra, han acabado el estómago de unos cuantos gallegos y un valenciano. Y me han acompañado hasta hace no mucho. ¡Viva la gastronomía gallega!

Ahora es el momento en el que unos dicen que todo es lo mismo. Y otros dicen que ni de broma. Incluso alguien dice que si salado y dulce. O nadie dice nada, porque todos lo sabemos ya.

En imagen, un freixó listo para degustar. Las campañas de marketing de los franceses han hecho que llamemos crêpe a todo lo que les parece, ya es hora de reconquistar el mundo a base de freixós y filloas.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails