2010

Silvana y la relación inversamente proporcional

Publicado el domingo, 19 de diciembre de 2010

No han sido muchas, pero unas cuantas personas se han dejado caer por Vigo en este año y medio que llevo aquí. Todas ellas fueron muy deseadas y las circunstancias acabaron por marcar su estancia en el sur de Galicia. Estoy muy agradecido de que hayan tenido el detalle y el tiempo para hacerme compañía durante unos días u horas. Afortunadamente, en algo más de una semana sumaremos al contador de arribadas tres números más procedentes de Valencia y algún otro de dentro de Galicia: Lidón, Silvana y Dani.


Paralelamente, en los dos últimos años y medio las obras han mutilado la principal arteria de Vigo, formada por García Barbón y Policarpo Sanz. Como causa, la construcción del parking subterráneo más grande de la ciudad, con casi 600 plazas distribuidas en dos plantas. Una reforma demasiado trascendental como para que el alcalde no sacara rédito electoral con las municipales a la vuelta de la esquina. "La calle Serrano al lado de esto es nada", repetía el bueno de Abel Caballero. ¿Y qué mejor momento para poner en marcha el eje que en el preludio de las compras navideñas? Dicho y hecho. Aunque para tal reto tuviéramos a 200 obreros trabajando día y noche las últimas dos semanas. Una maravillosa forma de llevar contra las cuerdas el viejo problema matemático de la relación inversamente proporcional: "Si 50 obreros dedican 40 horas a la semana y necesitan 30 meses para acabar una calle, ¿cuánto tardarán 200 obreros trabajando todo el día?" Pues eso, dos semanas.


Consciente de ello, de que ambos acontecimientos iban a coincidir en el tiempo, me he pasado los últimos dos meses repitiendo una frase: "esto es para cuando venga Silvana". No porque no me importen lo más mínimo el resto de visitantes, sino porque era una manera ágil de destacar los avances de la obra: cierre de zanjas, pavimentado, asfaltado, instalaciones varias, pintado, jardinería... Lo importante es que, desde el viernes, Policarpo Sanz ya está lista para cuando venga Silvana. Y el resto de los vigueses o adoptados hemos ganado una ciudad algo más hermosa.


En imagen, el nuevo Policarpo Sanz una iluminada tarde navideña. La imagen no hace justicia a la reforma, ni tampoco transmite el frío.

Voy por Oporto

Publicado el martes, 7 de diciembre de 2010

Ciertamente llevamos unos cuantos días en los que todos somos un poco expertos en aviación comercial: podemos entender el drama de perder un slot, miramos al cielo y vemos espacio aéreo, localizamos vuelos con códigos poco intuitivos y ya casi escribimos con naturalidad la almohadilla de #controladores. Las más de 24 horas que transcurrieron entre la tarde del viernes y la del sábado nos han marcado a los que cogemos aviones con cierta frecuencia, al menos durante algún tiempo.


Particularmente mi respuesta más sencilla a la pregunta de moda es que odio a los controladores. No sin quitarles algo de razón en sus reivindicaciones, me siguen pareciendo un colectivo caprichoso, consentido, anquilosado en el pasado y ajeno a la que está cayendo. Me pareció una irresponsabilidad su abuso de poder y una bajeza moral el poco compromiso que demuestran con su trabajo. He leído la opinión de algunos de ellos en varios blogs y casi me dan pena. Pero no, las cifras cantan y la sensiblería de "nos hacen parecer los malos" me repugna.Y es que los controladores no son los únicos malos de la película, pero sí los más egoístas. ¿O nos parecería razonable que el colectivo médico protestara dejando los hospitales sin atención?


Pero retornando al asunto del caos de los controladores, lo que pocos saben es que todo empezó en Santiago. Desde hacía un par de semanas se venían produciendo cierres del espacio aéreo gallego por las protestas de estos profesionales. ¿La excusa? La misma: demasiadas horas, mucha responsabilidad y, de manera subyacente, un grito por recuperar los privilegios de los que gozaban hasta la primavera pasada.


Esta huelga ha sido la puntilla definitiva para los que vivimos en Galicia y estamos hartos de aeropuertos pequeños, con malas frecuencias, billetes caros y sin equipos técnicos que permitan operar con condiciones meteorológicas adversas día sí, día también. La salida natural en avión desde el sur de Galicia, aunque me duela, es Sa Carneiro en Oporto, que cuenta con un aeródromo moderno, seguro y con una amplia oferta de Ryanair. Y todo ello a poco más de cien kilómetros del desierto aéreo en el que Xunta y alcaldes han convertido Galicia. Luego nos preguntaremos qué hacemos mal para que todos los aeropuertos gallegos sumen cuatro millones de pasajeros y, Oporto solito, vaya a rozar los cinco millones con tasas de crecimiento del 20%.


En imagen, un Boing 737-800 de Ryanair despega de Sa Carneiro el día de mi vigésimo cumpleaños. Ni duda cabe de que aquel momento Oporto me sonaba exótico. Por supuesto, créditos a su autor.

Ding, dong, fin

Publicado el martes, 30 de noviembre de 2010

El deporte favorito de los no vigueses residentes en Vigo es, precisamente, rajar abiertamente sobre la ciudad. Más allá del tema en concreto, lo importante es criticar gratuitamente: que si tiene cuestas, que si siempre está en obras, que si se toman decisiones partidistas en cada adoquín, que sí... Es la eterna ciudad del "¿pero de verdad te gusta?". Y luego ya llegan las cosas que rasgan en la herida de un buen vigués: que si no es sede episcopal, que si no tiene infraestructuras de primera o, sobre todo, que si no es capital de provincia o autonomía.


El hecho de que Vigo no sea sede episcopal ni tenga una catedral propia, ya que comparte circunscripción con Tui, altera la vida diaria de sus ciudadanos. Sin ir más lejos, aquí las campanas que suenan cada hora no vienen del campanario de la concatedral, sino las de la sede de Caixanova. Extraño, sí, pero todos los días a las 8, 12, 15, 19 y 22 horas las campanas componen una melodía reconocible, mientras que a cada hora y su media avisan de la forma convencional. Algo tan característico para los que vivimos aquí que Siniestro Total las grabó e incorporó a una de sus canciones. Forma parte de la forma de hacer las cosas en Vigo.


El caso es que esta noche a las 22 horas sonarán por última vez las campanas de Caixanova, como en su día lo hicieron las de Caixavigo y la Caja de Ahorros Municipal de Vigo. Mañana repicarán a las ocho de la mañana, pero ya no serán las de Caixanova, sino las de la nueva Caixa de Aforros de Galicia, Vigo, Ourense e Pontevedra (todavía sin nombre comercial). Empieza un interesante escenario financiero en general y un -espero- apasionante futuro profesional en particular.


En imagen, la sede de Caixanova hace un par de meses, vista desde el Castro. Ganas tengo de cazar el momento en que desmonten el rótulo y cuelguen el nuevo.

Ratzinger 0 - Luis 2

Publicado el sábado, 6 de noviembre de 2010

La visita de Benedicto XVI (o Bieito XVI si adaptamos su nombre al gallego) a Santiago de Compostela está dando mucho que hablar. No en vano, estamos en Año Xacobeo y la comunidad no recibe la visita del máximo pontífice desde 1989. Será la segunda vez que un Papa visite la ciudad en pleno Año Santo, después de que Juan Pablo II lo hiciera en 1982. Aunque será breve, Bieito XVI tendrá tiempo para conocer la catedral de Santiago y ofrecer una homilía a 10.000 personas en el Obradoiro después de comer.


Y para que esta entrada no parezca patrocinada por la Conferencia Episcopal o redactada por un periodista de Popular TV, voy a llevar el asunto al terreno personal, ya que hoy marcaré mi segundo gol al jefe de la Iglesia. Si ya lo esquivé sin contemplaciones en 2006 cuando visitó Valencia, hoy no podía ser menos. Debo confesar, sin embargo, que el miércoles estuve en Compostela y la ciudad se preparaba para lo que venía: niños voluntarios, señoras que no se pierden una vista papal, carteles por todos los sitios, servicios de limpieza por todos sitios y, sorprendentemente, muchos más carteles de Eu non te espero de los que presuponía. Ni más ni menos que lo que se respiraba en Valencia hace cuatro años.


En el aire quedarán muchos aspectos que seguramente no tendrán respuesta hoy, como son la supuesta laicidad del Estado, los costes asumidos por todos y los escándalos que pesan sobre la Iglesia en estos últimos años. Pero ya se sabe, lo importante es que el Papa viene a Santiago. Pues venga, que lo pase bien y que tome mucho caldo.


En imagen, el cartel que han utilizado para promocionar la visita de Bieito XVI. Debo confesar que me da algo de miedo...

Un octubre de sensaciones I: fiesta

Publicado el martes, 26 de octubre de 2010

Son de Lujho e non o niejho. Así dice el popular refrán que atribuye a los lucenses ese simpático rasgo dialectal llamado gheada. No deja de ser una diferenciación del gallego propio, precisamente, de las comarcas atlánticas, que nada tiene que ver con Lugo.


Hace dos semanas, el martes 12 de octubre, la ciudad lucense dio por acabadas sus fiestas de San Froilán. Una especie de feria constante que se alargó sin descanso durante diez días. Un pretexto como cualquier otro para comer pulpo, planificar viajes, revelar secretos, beber hasta entrar en calor y compartir un fin de semana diferente. En el que, por cierto, se da cita toda Galicia. Nadie sabe la razón, pero Lugo triplica sin complejos sus habituales 100.000 habitantes. La parte nororiental de Galicia fue la primera parada de un prometedor octubre. En el fondo, son de Lujho e non o niejho.

En imagen, un atardecer al contraluz se cierne sobre la muralla romana, Patrimonio de la Humanidad. La buena comida y la fiesta vino después.

Folga xeral

Publicado el miércoles, 29 de septiembre de 2010

Vigo ha recordado hoy las viejas reivindicaciones del metal que nos acompañaron periódicamente hasta hace un año. No lo olvidemos: vivo en una ciudad obrera, pese al precio de sus restaurantes y alquileres de pisos, dicen. Y lo ha hecho a lo grande: paralización completa de la industria, comercio y vida ciudadana. Nada que hacer por unas calles llenas de basura, sin gente y con muy pocos escaparates iluminados. Folga xeral, sí o sí.


Ya se sabe lo que pasa cuando hay huelga en una ciudad con la Citröen, una -otrora incipiente- industria naval y polígonos industriales por doquier. Pegatinas, petardos y vallas tiradas. Gritos, piquetes y algún que otro zarandeo. Pero eso sí, piquetes informativos: concretamente informaban de las ostias que iban a repartir si te atrevías a entrar a trabajar. Y muy democrático y participativo, me encanta. Mañana, vuelta a la normalidad.

En imagen, el momento en que la policía disuelve uno de los piquetes que bloqueaban la entrada a la sede central de Caixanova. Todo ello sin reparto de pelotas de goma. Pobres los que habrán tenido que quitar tantas pegatinas con las uñas y borrar todas las pintadas...

Un circuito entre cuestas

Publicado el miércoles, 22 de septiembre de 2010

Si cuando yo digo que en esta ciudad lo de las cuestas es una forma de vivir, no exagero. Así pasa que los de la bebida de taurina que te da alas se dedicaron el fin de semana pasada a despeñar coches por las cuestas de Vigo. ¿La excusa? La Red Bull Autos Locos, la segunda cita de esta conocida carrera en la península, después de Barcelona. En aquella ocasión, además, acabaron tirándose al agua.


En cualquier caso, unos sesenta y pico artilugios se despeñaron por setecientos metros de recorrido con pendientes de hasta el 10 %, coronados con una curva de 90 grados de infarto. Algunos llegaron de milagro; por supuesto, otros ni lo consiguieron. Y, aunque fue más largo y aburrido de lo que parece, allí estuvimos. No hubo sangre ni golpes dramáticos, pero sí abandonos sonados. Una versión moderna de las clásicas carrilanas que se celebran en muchas poblaciones gallegas, con algo menos de glamour. Porque, eso sí, el equipo ganador se llevó un viaje al GP de Brasil, con gastos pagados y un puesto reservado en el box de Red Bull. ¿Nos animamos para el año que viene?

En imagen, una mujer parturienta se desliza por el asfalto vigués, tras haber acabado su recorrido. Ingenio no le falta, otro cantar será la seguridad y la velocidad... Y ríete del circuito de Valencia y de sus F1.

Mezclas

Publicado el domingo, 12 de septiembre de 2010

Nos empeñamos en creer que las cosas tienen que ser puras, como nos enseñaron. Si eres de letras, no te acerques a una ecuación. Si te gusta el cine de Eisenstein, ni se te ocurra ponerte la última de Adam Sandler. ¿Vino blanco y carne? ¡Ni pensarlo! Y eso no por hablar de lo mal que se llevan U2 y casi cualquier otra cosa. Vamos a jugar a tenis con un libro Tolstói en la bolsa.


Pero al final acabas descubriendo el encanto de las medias tintas. Vamos, que los días despejados con nubes son preciosos. Un buen punto de encuentro para los prefieren las nubes y los que se decantan por las mañanas soleadas. Así son las cosas en la vida real: las mezclas son buenas si los elementos originales así lo deciden. Y a eso me dedico en los últimos días. Ya sabéis de qué hablo, creo, y por eso he estado algo ausente de mis ocupaciones blogueras, ocupándome de otras cosas.

En imagen, un atardecer nuboso en Vigo. Un bonito juego de contrastes azules, blancos y grises despide el día en la ciudad. Ahora, son mucho más bonitos.

Lecciones de darwinismo en Leroy Merlin

Publicado el martes, 31 de agosto de 2010

La vida social creó jerarquías. No por ninguna manía en especial, sino por simple organización: si todos somos iguales y nadie toma las decisiones, al final llega otra especie y se merienda hasta el último de la tuya. Por algún tipo de cónclave, se decidió que los individuos más dotados en diferentes facetas fuera los que llevaran el mando. A veces eran los más guapos, otras los más listos y, las menos, los mejor preparados. Con mayor o menor orgullo, hemos ido tirando todos estos años de evolución, reafirmando el poder de nuestros machos alfa y sometiendo a todo tipo de perrerías a los macho beta, los candidatos a sustituirles. Darwinismo puro y duro que apasiona a las hembras de la manada.


La verdad es que yo me acabo de convertir en el macho alfa de mi comunidad. Soy el animal dominante y, por cierto, el único entre estas cuatro paredes de momento. Para demostrar mi conversión he optado por escapar de las fórmulas convencionales: pegarme cabezazos contra todo aquello que se menea o retar a muerte a todo el mundo. No, no, no. Lo más sencillo es comprar un maletín de herramientas y ajustar los tornillos del armario de la cocina. O arreglar un peldaño de la escalera. Y a eso he dedicado un par de ratos estas últimas tardes. Como buen macho alfa, faltaría más.

En imagen, un martillo y unos alicates se enfrentan en un duelo a muerte. Este tipo de cosas son las que hacemos los machos alfa, que repudiamos cocinar tiramisú o limpiar la casa, ¡faltaría más!

Las series que llevo dentro (I): Dexter Morgan

Publicado el jueves, 26 de agosto de 2010

Hay quien dice que ver series es una pérdida de tiempo. Bien pensado, inviertes unas 15 horas por temporada. Según el éxito, acabas cinco años observando la degradación de una buena idea; a veces, diez. Bajas cada capítulo de SeriesYonkis con todo el cariño del mundo, aunque a veces te adaptas a subtítulos surrealistas o a doblajes en una variedad dialectal un tanto extraña. Te sientes un ladrón por aficionarte al captcha de Megaupload. Hasta llegas a comprender a quien dice que prefiere "MU a RS".


Compartes con alguien las últimas tramas, los giros que parecen patinazos de guión. Defiendes a una panda de trastornados guionistas. Pero te da igual, las series te hacen reflexionar y eso te gusta. Sabes que son una ficción, pero hay personajes en los que acabas por reflejarte, aunque sea tangencialmente. De clichés también se vive. Especialmente cuando su máscara sólo te enseña los momentos que ellos quieren. Creo que éste es mi homenaje.

Me gusta Dexter Morgan, el forense y asesino en serie de Dexter. Me cautivó desde el primer momento en que me crucé con él la primavera pasada, gracias a alguna recomendación velada a través de Facebook. Quienes no conozcan la serie podrán indignarse conmigo por hacer apología de la violencia, pero nada más lejos. Superficialmente, Dexter es un tipo tranquilo que se dedica a calmar sus necesidades eliminando a todos aquellos que burlan la justicia. Sangre y violencia gratuita en apariencia. Pero tras esa falsa lucha, poco justificable, subyace una persona que tiene miedo a encajar en la sociedad si se muestra como es.

Queramos o no, todos llevamos un oscuro pasajero en nuestra mochila, como tantas veces se repite en la serie. Las menos, ese pasajero es un asesino en serie; las más, un maniático insoportable con vicios inconfesables. No se trata de grandes secretos, sino de pequeñas verdades que se esconden bajo la superficie. A veces no cejas en el empeño de enterrar esa parte de ti, porque te avergüenzas, pero tampoco quieres olvidarte de quién eres. La clave está en rodearte de personas que tienen la habilidad de ver detrás de la máscara. Y, pese a todo, no te dan la espalda. Porque, sí, todo el mundo tiene algo que esconder. Lo reconozco: no tengo bolsas de basura abandonadas en el Atlántico, pero sí otras virtudes inconfesables.

En imagen, la preparación de un refrescante helado de cerezas. Daba juego la imagen, lo reconozco, y me permitía rendirle un homenaje a Dexter y su oscuro pasajero. El helado muy bueno, por cierto. Continuará...

Frigo playa

Publicado el domingo, 22 de agosto de 2010

Alguien -al que no vamos a poner nombre, pero se reconocerá en estas letras- dijo el otro día algo así como: "a mí no me importa ir a Barra [playa nudista por excelencia de la zona]; otra cosa es meterme en el agua". Superar el pudor es una cosa y, otra bien distinta, es tener que salir del agua junto a las rocas y de espaldas, escondiendo las vergüenzas (o vergüencitas). El agua del océano está muy fría en Galicia y, especialmente, en la ría de Vigo.


Recuerdo que hace un año y pico metí un pie por primera vez en el Atlántico, en la playa de Riazor. En presencia de Eloy y Olalla juré que el agua no estaba tan fría, pero debo confesar que mentí un poco. Bueno, bastante. El agua estaba helada, pero tampoco era cuestión de salir corriendo y llorando al grito de "¡quiero ir a la Malvarrosa!".

Unos meses después acabé en Vigo y probé Samil y O Vao; el agua estaba mucho más fría. Llegué a las Cíes y, aunque nadie se bañaba, lo hice. Los niños salían con principio de hipotermia y, yo, con pocas ganas de envalentonarme. Y pensé que nada podría ser similar, hasta que conocí O Morrazo y la playa de Liméns.

Dicen los expertos que la culpa de estas bajas temperaturas en las aguas gallegas es del "afloramiento". Según este fenómeno, las corrientes empujan al agua fría del fondo hasta la superficie, formando una densa capa que nunca sube de los 18º. Esto pasa especialmente en la ría de Vigo, por sus corrientes propias y facilita que, en contra de lo que apuntan los tópicos (y los vigueses), las playas del norte de Galicia gocen de olas más calientes. Siempre queda el consuelo de que estas corrientes son las que permiten renovar los nutrientes que alimentan al marisco y pescados. No se puede tener todo en esta vida.

En imagen, una playa de Vigo con el agua helada, contemplando O Morrazo. Como se ve, poco ambiente entre olas, que el afloramiento es muy malo. Y no está la vida como para meter los pies en el océano y quede como aquellos míticos helados de los noventa, los Frigo Pie. La vida en HDR es mejor, por cierto; este blog lo acaba de descubrir.

Y Mika nos hizo saltar

Publicado el domingo, 15 de agosto de 2010

Érase un hombre a un par de piernas pegado, érase un par de piernas superlativo, érase un par de piernas luengo y perpetuo, érase un saltamontes muy barbado. El libanés por excelencia de la escena musical actual se dejó caer por Castrelos y rebotó con vehemencia y colorido durante casi dos horas. Y allí que lo vimos unas 20.000 personas.


No todos los días viene a Vigo un artista como Mika. La ciudad, en el fondo, está acostumbrada a grandes conciertos en Castrelos, Traviesas y Balaídos, pero yo era bastante incrédulo: "¿qué hará alguien como él fuera de Madrid y Barcelona?". Mucho. Michael Holbrook Penniman Jr. apareció en Vigo enfundado en un traje blanco, un inmaculado atuendo que contrastaba con tanto girasol y atrezzo circense, en una bacanal fluorescente difícil de confundir. Correspondida por un público ataviado con pantalones azules y camisas a cuadros. Droga dura para epilépticos y amantes de la raya diplomática. Una incitación nada disimulada a dejarse llevar por la felicidad.

Y a saltar. Vaya que lo hicimos, porque no queda otra opción cuando un concierto empieza con un hit tan optimista como "Relax, take it easy". Y prosigue con cierta habilidad para enlazar una canción feliz con otra, todo ello edulcorado con puestas en escena a medida en las que nada eclipsó su característico falsete. Porque sí, ese tono imposible existe, junto a movimientos sólo al alcance de esas dos piernas inacabables. Un espectáculo a su medida: exagerado, circense, colorido y feliz, en el que hilar "Big girl (you're beautiful)", "Rain", "Blame it on the girls", "We are golden", "Love today", "Blue eyes" o "Happy ending". Esta última, por cierto, un momento íntimo de contraste y virtuosismo en el piano, de los que explican que me guste tanto este cantante: con tanta ley antitabaco y en plena era digital, las pantallas LCD de móviles y cámaras hicieron las veces de mecheros. Sin olvidar la archiconocida "Grace Kelly" y la grande, grandísima, "Lollipop". Y muchas más, antes de acabar como había empezado, haciéndonos botar, levantando una nube de polvo por enésima vez e incitándonos a dejar el relax para otros días.

Mika retoma hoy mismo su gira europea en Alsacia, como preludio a su aventura sudamericana en otoño. Una alegría que se haya detenido en Vigo y yo estuviera aquí. El libanés dijo que este concierto le cambió la vida, aunque lo dudo; más bien se dejó llevar. Habrá más oportunidades para verlo, seguramente. Y tú estarás.

En imagen, Mika se superpone a la "A" y salta en un escenario particular, todo ello vestido con una camiseta a rayas con cola que suscitó muchos comentarios. Como el músico rubio de la izquierda y la corista de la derecha, al menos por nuestro sector, ejem, ejem.

Arde Portugal, espera Galicia

Publicado el viernes, 13 de agosto de 2010

Arde Portugal y empieza a hacerlo también Galicia. La frontera lusa se tiñe de negro y parece que nadie tiene mucha prisa en apagar los focos. El mismo drama que se repite todos los veranos a un lado y otro de A Raia y, sin embargo, al que nunca se pone fin. Parecía que la movilización social surgida tras el funesto verano de 2006 con 80.000 hectáreas quemadas en cerca de 2.000 focos sentaría un precedente. Pero no, es siempre lo mismo, los intereses particulares se imponen.


La mayor parte de los incendios son culpa nuestra, en Galicia o en cualquier parte del mundo. Un puñado de ellos son provocados por desequilibrados o pirómanos y otro por inconscientes que queman rastrojos o echan un cigarro encendido. Pero muchos por intereses económicos: recalificar urbanísticamente un terreno, comprar madera a bajo precio o crear nuevos pastos para animales. Una trágica realidad que empuja a esta comunidad a la parte alta de la clasificación estatal de hectáreas calcinadas.

El caso es que este año ya han ardido en Galicia cerca de 5.000 hectáreas, algunas de ellas en zonas de una gran riqueza natural como el Cañón del Sil o a las puertas de Vigo. Y la Xunta ha decidido tomar una política comunicativa curiosa: guardar silencio y no informar sobre incendios, focos, estado y hectáreas. Dice que lo hace para evitar el efecto contagio y que ya dará datos en octubre. Curioso...

En imagen, Vilanova da Cerveira (en el centro) y la frontera fluvial del Miño vistas desde A Guarda. Las montañas que se ven al fondo conforman el Parque Nacional de Peneda-Gerês, que esta semana está sembrado de hileras negras de humo.

Mi infancia a la gallega

Publicado el miércoles, 11 de agosto de 2010

Xoni, Tiriti y Poti presentaban A la babalà, el espacio de entretenimiento infantil que emitía Canal 9 y con el que creció toda mi generación. Recuerdo que todos teníamos la tarjeta del Babalà Club y, el día de nuestro cumpleaños, nos enviaban una postal y aparecía nuestro nombre en la TV a las 7.30 horas. Clásicos como Bola de drac, Les tortugues ninja, El capità planeta o Músculman nos conquistaban a todos. Más tarde llegó Paqui Rondán con un característico bull terrier como mascota, para que después María Abradelo se encargara de conducir el programa durante una década. El programa se transformó, cambio de nombre y contenidos, pero siguió siendo uno de los referentes para los niños valencianos.


Cuando era pequeño lo mejor era tener el dinero en Bancaja. Un lagarto llamado Quico se destapaba como la adaptación para niños de sus productos, básicamente de ahorro. Recuerdo que siempre estaban regalando cosas por incrementar el saldo del Pequeplan o abrir una Libreta Uno: toallas, mochilas, radios... Sin embargo, para cuando llevé mi dinero a Bancaja ya estaba algo crecidito para poder optar a un estuche de rotuladores. Siempre me quedó algo de resquemor, por llamarlo de alguna manera.

La aventura gallega me permitió descubrir que nuestro Babalà Club aquí se llamaba Xabarín Club. Y, aunque nuestro A la babalà era algo más antiguo, a ver quién no se rinde a una sintonía grabado por Ivan Ferreiro. Y hoy Caixanova me ha dado lo que Bancaja nunca me quiso dar. Que no, no es una toalla de 1.10x0.50 con un lagarto; pero sí su mítica hucha del cerdito. Se dice que en Vigo todo el mundo tiene la suya y la serigrafía desvela la edad: Caja de ahorros municipal de Vigo, Caixavigo o Caixanova. Podemos decir que hemos saldado cuentas, aunque sea a la gallega.

En imagen, el cerdito de Caixanova con su enésima decoración, delante de Poti, Tiriti y Xoni. Ambos, clásicos de esas conversaciones de adultos que añoran su infancia.

De comienzos y viejas costumbres

Publicado el sábado, 7 de agosto de 2010

Cuando te instalas en una casa nueva siempre piensas que no hay espacio suficiente. Te encuentras, pongamos por caso, con una docena de cajas, varias maletas y otros bultos pintorescos. Has acumulado tantas cosas que te duele reconocer el problema que tienes. Te esmeras en organizar y jerarquizar tu caos particular, pero no hay manera de recuperar el aspecto diáfano que tenía. Nadie dijo que los comienzos fueran fáciles. Pero entrar en una nueva casa es también maravilloso. Es como si aprendieras a hacer todo de nuevo: la primera noche, la primera ducha, el primer desayuno o la primera vez que te cruzas a un vecino. O cuando descubres que el grifo no funciona bien o no hay horno (algo ya solucionado, por cierto).


Pero todo esto se olvida cuando te das cuenta que vives en pleno centro de Vigo y en el edificio El Moderno, una joya del eclecticismo vigués de principios del siglo pasado. Un espacio creado por el Conde de Torrecedeira, quien también fue alcalde de la ciudad y fundador de la actual Caixanova. Tras albergar a los más selectos huéspedes como hotel de referencia, pasó a ser la sede del Banco de Galicia y se añadió una cubierta que creó la planta en la que vivo. En esta última década, el edificio pasó a manos de varios particulares, tras una profunda remodelación interior. Y así es como, durante un tiempo, este blog seguirá contando sus cosas desde aquí. O se recibirán visitas en estas coordenadas. Como es costumbre.

En imagen, El Moderno se erige en el centro de Vigo en una calurosa mañana de agosto. La alerta amarilla por calor es implacable fuera y, especialmente, dentro de mi piso, claro.

Días de Blu-Tack y cajas

Publicado el miércoles, 4 de agosto de 2010

Me gusta el Blu-Tack, porque en el fondo es como mi vida desde hace dos años: se adapta a todo, se despega sin dificultades y no tiene miedo a los equilibrios imposibles. A veces me asusta pensar que las personas se parecen tanto o tan poco a una masilla elástica, pero estos símiles funcionan. Sin ir más lejos, durante un tiempo indeterminado estoy descubriendo que tengo habilidades para un itinerario que, irónicamente, pensaba que había descartado hace siete años. C'est la vie.


Filosofía a un lado, la semana pasada dejé mi madriguera en la calle Barcelona, a 125 metros sobre el nivel del mar. Un sitio en el que he vivido bien y en el que he tenido un número selecto de huéspedes. No fue fácil, pero despegué el Blu-Tack que sujetaba mi vida y accesorios y los metí en una decena de cajas y bultos varios cargados en dos coches. Por supuesto, con la inestimable e imprescindible ayuda y organización de tres grandes amigos. Y así hasta la nueva guarida, de la que ya contaré cosas.

El caso es que espero que, como el gran Jack Lemmon en la película que homenajea el título de este post, consiga curarme de mis adicciones. Como, por ejemplo, la de sujetar todo con un material tan maleable, tan temporal. Empezar a construir algo nuestro. Sí, sí, tuyo y mío.

Unos trozos de Blu-Tack sobreviven en la pared, anhelando el viejo recuerdo de las fotos y vivencias que sujetaban. Pero saben que pronto tendrán nuevas experiencias, nuevas ideas, nuevas paredes.

El día en el que mirar a Galicia

Publicado el domingo, 25 de julio de 2010


Día grande el de hoy en Santiago de Compostela y, por extensión, de toda la comunidad. El 25 de julio es el día del patrón y, su coincidencia en domingo, permite que llevemos casi ocho meses pregonando el Xacobeo. Es la jornada más simbólica de un año especialmente promocionado, en la que miles de personas se dan cita en la capital y un pretexto como cualquier otro para celebrar el día nacional de Galicia y reforzar la galeguidade.


La verdad es que estos días la cobertura informativa de Galicia y el Xacobeo en los medios estatales está siendo más que generosa, siempre ligada a esa óptica provincialista rancia que tanto gusta. Porque está claro que aquí sólo hay pulpo, Camino de Santiago y gente con un acento curioso. Tópicos a un lado, hoy en Santiago no cabe una aguja. Se habla de 200.000 visitantes en una ciudad que no llega a los 100.000 vecinos. Sin ir más lejos, este Xacobeo ya se ha convertido en el año que más peregrinos ha registrado en la historia, unos 12o.000, pulverizando todos los récords de afluencia a falta de cuatro meses. Ayer, por ejemplo, llegaron 1.901.

Uno de los momentos culminantes precisamente se vivió anoche, con los llamados Fuegos del Apóstol, un espectáculo piromusical que se alargó durante media hora. Al frente del tal cantidad de luz y sonido estuvo, como no podía ser de otra manera, Ricardo Caballer y su pirotecnia.

Con tantos fuegos artificiales y VIP en la ciudad, seguramente pasará inadvertido el cierre del primer medio digital en gallego, Vieiros, tras 15 años de andadura. Una mala noticia, como siempre que se apaga un medio.

En imagen, la primera parte de los fuegos artificiales de anoche, según la retransmisión de TVG. Está grabación está dividida en cuatro partes: Parte 1, Parte 2, Parte 3 y Parte 4. Por cierto, Lluís Llach también pone música.

Suecia llega a Galicia

Publicado el martes, 20 de julio de 2010


Después de mucho tiempo de indefinición, esta mañana el alcalde de A Coruña, Javier Losada, y la conselleira de Traballo, Beatriz Mato han serrado el tronco más célebre del mundo. Los suecos de Ikea han abierto sus puertas en A Coruña, pintando un atractivo punto de peregrinación en el norte de la comunidad. La ciudad herculina, que también tiene los únicos FNAC y Primark de Galicia, parece que es el mejor mercado para poner en marcha iniciativas de multinacionales a este lado del mundo.


La nueva tienda de Ikea es una de las más modernas de Europa, cuenta con 30.000 metros cuadrados y emplea a medio millar de personas de forma directa. Ahí es nada. Espera recibir hasta 80.000 personas de aquí al sábado, que en koruño sería un "abarrote del parrote". De hecho, en la primera jornada VIP para empleados y familiares celebrada el sábado pasado ya se dejaron ver 4.000 personas en unas pocas horas. Según las cuentas de peaje y gasolina, se dice que todos los gallegos que vivan por encima de la línea que marca la ría de Vigo les saldrá más rentable viajar a A Coruña; a los que estamos al sur, Oporto gana por céntimos. Habrá qué estar atento para averiguar de dónde provienen sus visitantes, porque me temo que vamos a detectar alguna que otra fobia.

El complejo de la multinacional del mueble está en Marineda City, el que pronto será el mayor centro comercial de la península y uno de los más extensos de Europa. Hasta que llegue el siguiente dos semanas después, claro. Precisamente, el entorno en obras en el que han abierto su emporio del "monte usted" los señores de amarillo y azul era hasta hace unas semanas una carretera de polígono polvorienta. En un tiempo récord para un político, han creado una rotonda con túnel inferior, que todavía se asfaltaba hace dos días, como dan buena cuenta en este foro.

En imagen, un vídeo que ilustra parte de la maravillosa campaña que ha acompañado el desembarco de Ikea en A Coruña. Algo me dice que la buena de Maruxa va a tener muy pronto la casa como todos los gallegos. Vale, rapaciños, gracias.

Gaviotas que se hacían pasar por Mirage

Publicado el domingo, 18 de julio de 2010

Fin de semana de mar y aire el que hemos tenido en Vigo a cuenta del Festival Aéreo de Vigo. O de guerra, según se mire. Hasta cuatro buques de la Armada y casi medio centenar de aeronaves se han dado cita para fanáticos y curiosos. Las primeras con acto castrense e Infanta; las segundas, con 450.000 asistentes, siempre según el alcalde vigués (que bien es sabido que para el asunto de los cálculos deja algo que desear).


El caso es que, máquinas armadas a un lado, ha sido una interesante cita que cumplía su octavo año, consolidándose como uno de los encuentros clásicos de mediados de julio en la ciudad. El año pasado anduve liado con el proyecto y no me acerqué, pero no podía perder la oportunidad este domingo. Subí al Castro armado con mi teleobjetivo dispuesto a disparar a todo lo que se moviera, especialmente el Mirage y el B-52. Confiaba en que la distancia a Samil no fuera insalvable y se pudiera tomar algún plano decente. Una lástima que no fuera así.

El caso es que dediqué una hora, tiempo que contrasta con las seis horas largas de festival y las dos horas previas que pasan algunos guardando su sitio en la arena. El resultado, aunque fotográficamente no es muy bueno, en cuanto a sensaciones y aprendizajes para próximos años sí. Por supuesto, en Flickr hay fotos más bonitas y en las que se distingue mucho mejor lo voló sobre la arena. A veces la gente señalaba puntos en el cielo que eran gaviotas. O confundían estelas de humo con agua. Muy gracioso, pero prometo que el año que viene madrugo más.

En imagen, un Canadair destinado a sofocar incendios deja caer su carga sobre el público de Samil, con las Cíes y un gran número de barcos al fondo. Reconozco que la imagen es mala y está desenfocada, pero está claro que es un instante fotográfico, sí, sí.

¡Que suene la música!

Publicado el jueves, 15 de julio de 2010

Llega el verano y pocas excusas hacen falta para montar un tinglado musical. Con el pretexto de que arranca este jueves el gran festival del verano, el FIB, seguramente veamos en los próximos días unos cuantos reportajes analizando el negocio de estos espectáculos. Galicia no se queda a un lado, especialmente en un año como éste.


Sin ir más lejos, este fin de semana pasado se ha celebrado en la ciudad el Vigo Transforma, una propuesta musical nacida bajo el amparo del Xacobeo. Aunque en un principio se hablaba de acercar una versión gemela del FIB precisamente, al final la cosa quedó en dos días de música indie en el muelle de transatlánticos. Una oportunidad para juntar a modernos gafapastas al son de The XX, Orbital o Love of lesbian. Y buena gente también, venida principalmente de Burela y A Coruña. Dicen los números que pasaron 12.100 personas, una cifra nada despreciable para una cita que se estrenaba y que, posiblemente, nunca más se vuelva a saber de ella.

El Vigo Transforma era el contrapunto al Sonar Galicia celebrado en A Coruña el pasado mes de junio. De música indie a cultura electrónica de todo tipo. Una réplica de la cita de Barcelona con una propuesta cargada de música avanzada y arte multimedia. A saber si se podrá repetir o sólo fue una experiencia auspiciada por el Xacobeo.

Pero el gran festival del verano gallego es, fiestas de orquesta a un lado, Ortigueira. Es una de las citas de música folk más internacionales y reúne anualmente a un centenar de miles de seguidores. Una verdadera sorpresa la gran acogida que tiene.

Y hablando de citas musicales, las ciudades empiezan con sus fiestas locales. Ayer, sin ir más lejos, Norah Jones se pasó por Vigo, un interesante preludio a Mika. El viernes Santiago tiene reservada la noche para Melendi; o, mejor dicho, para los vigueses Martynez. Un concierto muy recomendable en la Plaza del Obradoiro.

En imagen, Martynez durante el último concierto que vi, en la sala Iguana. Por supuesto, mejor eléctrico.

Mi As Pontes particular

Publicado el lunes, 12 de julio de 2010

Junto a As Pontes, una localidad perdida entre A Coruña, Ferrol y Lugo, se levanta una central térmica con una chimenea tan alta que sus encadenadas nubes se entremezclan con la niebla de Londres, dicen las malas lenguas. La planta de Endesa se nutría del carbón extraído de la Mina do Tesouro, junto a la población. En sus buenos tiempos, para la eléctrica trabajaban miles de personas. Junto a la planta creció un barrio de trabajadores, una fiesta patronal propia y la veneración a la Virgen de la Luz, algo obvio.


La mina cerró a finales de 2007, cuando se dieron por acabados sus recursos. Tras 30 años de insistente perforación, quedó un paisaje lunar, devastado y tarado. Rezumaba ese insistente afán del hombre por enriquecerse sin límite y empobrecer su entorno. Un peaje de 250 metros de profundidad como cualquier otro, decían algunos. Ó 5,4 km3 ó 9 km2.

La térmica continuó su función, recibiendo carbón extranjero, pero la mina quedó sin uso. Hasta que un día comenzó a transformarse en un gran lago, el más grande de Galicia y uno de los mayores de Europa. Desviando el río río Eume y afluentes al gran agujero, dejándolos en caudal ecológico, se encontraron con una inmensa balsa. Tres años después, el llenado está casi completado, un año antes de lo previsto gracias a las lluvia. Llenó de vida e inundó los tonos grises del lignito. Y se convirtió en algo que nunca hubiera imaginado ser.

Toda esta bonita historia, además de por su interés noticioso, me viene como anillo al dedo tal día como hoy. Esta mañana he firmado con Caixanova el contrato que anuncié unos días atrás. Oficialmente aparco la comunicación durante una temporada y me reconvierto en algo llamado Gestor de Unidad de Negocio (GUN). En los próximos meses voy a dedicarme a la vida en las sucursales de la caja gallega. Sólo el tiempo dirá dónde acabo y si sigo sirviendo como periodista. Un compromiso ineludible que, sin embargo, me apetece mucho. Porque a veces las minas se pueden convertir en lagos. O algo parecido.

El lago de As Pontes en una foto que tomo prestada de aquí. Ésta o ésta también son interesantes. Seguramente el experto pontés sabrá ampliar/corregir todo lo que he dicho por aquí. O pagar esta entrada patrocinada.

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