De alemanes y palmeras
Publicado el sábado, 28 de marzo de 2009
Cuenta la leyenda que a los germanos les gustan las palmeras. Se ve que les recuerdan a África y a las exóticas imágenes de aquellas películas que han conformado el imaginario común del continente negro. Al sur de Europa, nosotros, no somos tan fácilmente impresionables. Seguramente porque nuestro clima no es tan regio como el suyo y permite que las palmeras sean algo, cuanto menos, cercano.
Cuenta la leyenda, también, que uno de estos alemanes seguía las palmeras allá donde podía. Las fotografiaba y se sorprendía cual niño pequeño cuando encontraba una. Como yo con la nieve. Y dice, aquella vieja leyenda, que incluso quiso comprarse una palmera. Aprendió, pues, que los valencianos aún tenemos algo de aquellos árabes que nos acompañaron durante unos cuantos siglos y que, para qué engañarnos, lo nuestro no son los campos de golf.
El caso es que aquel alemán hubiera dejado de entender todo con esta imagen. Sí, una palmera con musgo. Y es que, en el fondo, son cosas contrapuestas. O tal vez no. Depende.
En imagen, una palmera que me encontré camino de otros menesteres, justo frente al Cantón Pequeño de A Coruña. Imágenes como ésta me demuestran que A Coruña es una ciudad apasionante...¡y estoy contando muy poco de ella en este blog!