noviembre 2008

¿Hace pelete?

Publicado el sábado, 29 de noviembre de 2008

De mitos se vive muy bien. Uno de ellos es que en Galicia llueve mucho más que en Valencia; otro, que en Galicia hace mucho más frío que en Valencia. A la primera mentira o no, no voy a dar una respuesta: tan sólo hace falta que vayáis mirando mis gráficos de lluvia (por cierto, que el próximo está a punto de salir). A la segunda, bueno, contestaré ahora. Y es que ya sé que no se puede generalizar, ni son comparables todas las zonas: en Requena seguramente hace muchísimo más frío del que pueda hacer en A Coruña, pero también es cierto que en Lugo hace más pelete del que puede hacer en Benicàssim. Es cuestión de zonas, de días, de tipo de frío y, quién sabe, hasta del cambio climático. De hecho, bien pensado, no contestaré y voy a preparar una infografía, que será más útil.

En imagen, una captura de mi escritorio de ordenador (gentileza de Caixanova) la otra noche, con dos gadgets que muestran la temperatura en ese momento de A Coruña y Valencia, respectivamente. Cosas como ésta demuestran que, o todo el mundo exagera con el frío que hace por aquí, o me estoy haciendo del norte o, directamente y como dice Eloy, "no te fíes de eso y ves a MeteoGalicia". El caso es que debe hacer más frío (o es que soy de constipado fácil).

En mi lección de cultura gallega, hoy voy a ahondar en la relatividad inherente de los gallegos. Un gallego nunca dice que está diluviando, sino que "pues parece que llueve"; un gallego jamás tendrá una palabra para "está chispeando", porque se pasaría toda la vida diciendo que está chispeando; y, como no, un gallego no podrá asumir ni bajo amenaza que "hace frío", porque a lo sumo dirá que "hace pelete". Pues eso, a 2º y cayendo xeada hasta bajo de los árboles...y hace pelete.

Coñecendo Galiza (I)

Publicado el martes, 25 de noviembre de 2008

Después de este largo fin de semana, que se ha visto "ampliado" con una visita a Vigo, vuelvo. Y retorno al blog, precisamente, para contar algunas cosas que me llamaron la atención sobre mi último viaje a la ciudad más grande de Galicia, pero que ni es capital de provincia, ni de comunidad. Y, claro, quería contar tantas cosas sobre Vigo, que me he dado cuenta de que primero debería hablar sobre Galicia. Una breve aproximación. Así que he pensado en hacer algunas entradas generales, según las vaya necesitando, para explicar otras cosas. Empezaré, como no, con la parte política. Aviso, rollo.

Y es que, Galicia es un sitio particular. En extensión está entre las comunidades medianas, justo entre los catalanes y los valencianos. Esto permite la clásica distribución en cuatro provincias que, a su vez, se dividen en 53 comarcas, 315 municipios y 3.778 parroquias. He aquí la primera diferencia con los valencianos, porque el concepto de parroquia no predomina por allí. Digamos que hay muchos gallegos que no viven en urbes, pero tampoco en municipios de cierta entidad. En total, 2'7 millones de gallegos (que no deja de ser la cuarta comunidad por población, pero muy por detrás de los terceros, los valencianos). Y hasta aquí lo que se puede deducir con Wikipedia.

Y es que, en Galicia, uno de cada dos habitantes vive en un municipio con menos de 25.000 habitantes. De hecho, sólo siete ciudades superan los 40.000 habitantes (las cuatro capitales de provincia, la capital autonómica, la ciudad más poblada y un polo industrial en marcada decadencia-reconversión). Lo más curioso es que estos 1,2 millones de gallegos ocupan sólo el 6% del territorio. Por tanto, os podéis imaginar la dispersión del resto de la población: el 57% de la población se explaya en un 94% del territorio. Lo sé, hay una trampa: no todo el espacio está ocupado o listo para ocupar. Pero aún así, os podéis hacer una idea de la estructura demográfica.

Y esto, como supongo que leeréis a partir de ahora montones de veces en el blog, es lo que yo llamaré la Galicia de las dos velocidades. La que cree en las grandes urbes, en el desarrollo del sector terciario o secundario, con grandes comodidades y un aire cosmopolita; y la que vive del sector primario, de los quehaceres tradicionales y con el encanto rústico. Creo que me va a dar bastante juego.

En imágenes, varios cutre-gráficos que ubican las principales ciudades gallegas (en el que se aprecia el poder del océano y la prosperidad del llamado Eje Atlántico entre Ferrol y Vigo), además de otro en el que se ve más claro cómo se distribuye población y superficie. Cosas como ésta me demuestran que nunca es tarde para aprender.

En mi lección de cultura gallega, hoy voy a por la palabra más repetida en A Coruña: "jová". Realmente no sé cómo se escribe, pero el caso es que todo el mundo lo dice. Viene a ser el taco máximo que se permiten los gallegos y su equivalencia sería "jopeta" o "jolines". Normal que luego me miren raro cuando digo "merda"...

Cambia el diccionario

Publicado el viernes, 21 de noviembre de 2008

Resulta que desde que estoy aquí he descubierto que el Diccionario de la RAE (DRAE) es mucho más absurdo de lo que pensaba. A sus habituales incoherencias y prepotencias, se debe sumar una inmensa injusticia:


gallego, ga.
(Del
lat.
Gallaecus).
1. adj. Natural de Galicia. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a esta comunidad autónoma de
España.
3. adj. En Castilla, se dice del viento cauro o
noroeste, que viene de la parte de Galicia. U. t. c. s.
4.
adj. Ant., Arg., Col. y Ur. Dicho de una persona: Nacida en España o de
ascendencia española. U. t. c. s.
5. adj. C. Rica. tonto
(‖ falto de entendimiento o razón).
6. adj. El Salv. tartamudo.
7. m. Lengua de los gallegos.
8. m. C. Rica y
Nic. Especie de lagartija crestada que vive en las orillas de los ríos y nada
con mucha rapidez.
9. m. C. Rica. libélula.
10. m. Cuba y P. Rico. Ave palmípeda de plumaje ceniciento,
rabadilla, vientre y cola blancos, patas, pico y párpados rojizos.
11. m. Cuba. En un ingenio, dispositivo que aplana y nivela la
caña antes de ser molida.


Este mes y poquito que llevo por aquí, sumado a los años que llevo con Cristina, me hacen casi sublevarme. Lo digo con conocimiento de causa, porque los gallegos no son tartamudos o tontos, sino más bien personas emprendedoras y con una excelente visión para buscarse la vida. Son por tanto una vergüenza estas acepciones (y más si tenemos en cuenta que están incluso delante de la definitoria de su lengua).

Es por ello que podéis participar en esta página web para dejar vuestra firma (arriba a la derecha). Tal vez no se consiga nada...o sí: hace dos días, el marcador no superaba los 200 clicks; hoy, ya veis. Os dejo, para variar, con un vídeo que cuenta esto mismo, pero con bastante más gracia.

A guanyar diners...

Publicado el jueves, 20 de noviembre de 2008

Si hay una persona que admiro que haya estado en Canal 9 es, sin ninguna duda, Joan Monleón. Y supongo que vosotros, como suele pasar, también tendréis sentimientos encontrados: algunos no lo conoceréis de nada y, otros, como si fuera vuestro padre; algunos lo odiaréis y, otros, le tendréis tanta consideración como yo. Es cuestión de no caer en las medias tintas.

Antes de nada, la justificación. Hoy, como suelo hacer a veces, estaba leyendo el periódico de por allí y me he encontrado con una entrevista. He aprendido algunas cosas sobre Monleón de las que no tenía ni la más remota idea, como que ha sido cantante, ha participado en retransmisiones deportivas o de su amistad con Vicent Andrés Estellés. Y, sinceramente, si ya lo respetaba por hacer reir a toda la generación de iaies valencianes, ahora mucho más. Mucho más porque él sabía el tipo de programa que hacía en aquel mítico Show de Monleón. Parecía casposo y de fiesta fallera, pero nada más lejos de la realidad: la clotxina, la paella rusa, el conill y el garrafó eran, en cierta manera, como los valencianos. Nos gusta lo chavacano, el humor rancio, sus pajaritas disparatadas, sus "5.000 pessetes" y aquellas mamachico valencianas, con vidrioles a cuestas. Me gusta, y de ahí mi respeto, porque supo captar la esencia de las comarcas valencianas, de las miles de Amparins que hay sueltas y porque mi abuela (que por supuesto se llama Amparín), fue junto a sus amigas a ver a Monleón. Hoy sólo dejaré un vídeo que he encontrado en Youtube, para recordar viejos tiempos.

Y es que, sin tetas, no hay paraíso

Publicado el miércoles, 19 de noviembre de 2008

Hoy voy a empezar a escribir sobre algo que todavía no había aprovechado: la actualidad mediática. Y es que, a 1.000 kilómetros de las noticias, las cosas tienen su cierta gracia.

Como bien sabéis, la discoteca Pachá de Valencia ha decidido sortear una operación de pechos entre sus "clientes". Es la genial idea que ha tenido el equipo de márketing de este sitio, si es que tienen de eso. Desde ayer la noticia corre por los medios de comunicación y, como todo lo que llama la atención de Valencia, hay quien me pregunta. "Oye, ¿te has enterado de lo de las tetas?". Sí, y tanto...

Por supuesto, no voy a entrar a valorar lo que me parece esta idea, ni tampoco la corrección posterior (porque ahora puedes invertir el premio en bótox o en depilación láser). Ni, mucho menos, la "intervención" de la Generalitat y del ministerio. No voy a entrar porque no tengo una única opinión: por una parte me parece denigrante este culto a la imagen pero, por otro, no me extraña nada de lo que esta sociedad saque. Así que, nada sobre el culto a la imagen, el machismo implícito o cualquier otra cosa que se os ocurra. Tan sólo voy a hablar de una cosa: por favor, valencianos, comportaos que desde aquí parece que vivís en un circo. Y luego quedo mal ante mis compañeros de máster. Y, a los que vais a participar, pues mucha suerte, que con lo cara que está la vida, dos lolas gratis tienen su tirón.

En imagen, el cartel promocional. Cosas como ésta me demuestran que está bien visto que una chica saque un préstamo para ponerse tetas, que un novio o unos padres le regalen a su novia o hija la dichosa operación o que se pasen el verano deseando que llegue la operación; pero un sorteo, es "más" denigrante. Triste.

En mi lección de cultura gallega, hoy voy a introducir una palabra sencilla de entender y totalmente definitoria: sentidiño. Pues eso, sentidiño.

Un mes: ¿ya o todavía?

Publicado el martes, 18 de noviembre de 2008

Y con la tontería, ya llevo un mes en A Coruña. Un mes desde que aquel avión de Ryanair aterrizó, con 10 minutos de adelanto, en Santiago. Un mes desde que dejé de ver todo lo que conocía y descubrí muchas cosas que nunca había podido imaginar. Un mes, dicho sea de paso, en el que he pasado de tener dos maletas medio vacías y un gran miedo, a un armario ropero lleno de cosas necesarias y bastante ilusión por lo me queda. Mirado así, sólo una frase puede resumir todo esto: ya llevo un mes todavía.

Algunas cosas han cambiado desde entonces. Hace justo un mes, vivía en casa de mi prima gallega (supongo que es lo mínimo que le puedo dedicar a Luisa, la prima de Cristina, que no se cansa de repetir mi primo valenciano), no tenía piso propio, ni sabía cómo iba a ir el máster. Es más, hace un mes, el simpático piloto de Ryanair dijo una frase que me confirmó mis temores: "esperamos volver a verlos en nuestros aviones entre Santiago y Valencia...si la Generalitat nos deja". Por supuesto, la Generalitat no quiso y yo he tenido que buscar alternativas para mi vuelta a casa. Ha cambiado, también y sin querer, mi forma de hablar: copio acentos y estructuras demasiado rápido. Y vivo junto a dos chicos del pueblo en el que más gallego se habla de todo el mundo: Burela (y donde Kate Ryan se inspiró para componer su último hit). El caso es que, sin querer, cada vez me cuesta más utilizar formas verbales compuestas...

El caso es que, con algunas cosas más y unas cuantas menos, aquí estoy. Echando de menos a un puñado de personas. Pero las oportunidades tienen eso, que no puedes renunciar a ellas sin arrepentirte por el resto de tu vida. Y esta oportunidad, a corto plazo, tiene sus ventajas: como que los (dos) lectores de este blog tienen una casa (¿más?) en Galicia. [Nota mental: cuando este blog sea un espacio de referencia en Internet, tal vez debería eliminar esta última línea]. Y, lo más apasionante de todo esto es que, en un mes, seguramente, estaré tratando de comprimir mis recuerdos y dos o tres pantalones de camino a Valencia. Y, en el fondo, todo habrá seguido sin mí.

En imágenes, una de las calles más céntricas de A Coruña vista desde mi piso, concretamente Juan Flórez (Joan Florz o John Flowerz, también). Siempre he deseado hacer fotos de este tipo, desde que las vi en aquellos libros de Conocimiento del Medio en EGB, y desde que Renard puso en mis manos una Nikon D-200. Cosas como éstas demuestran que tengo tanto que hacer...

En mi lección de cultura gallega, hoy voy a hablar de la xeada. Suena bien, suena armónico y hasta dan ganas de comprar dos o tres. Desgraciadamente, ni se puede comprar, ni tampoco evitar. Y sin embargo, ahí está cuando te descuidas, cuando no te cubre un árbol, cuando es tarde. ¿Y su significado? Mejor que lo defina la Real Academia Galega.

Gripe y tecnología

Publicado el sábado, 15 de noviembre de 2008

"Esto de Facebook hace que los blogs parezcan antiguos...como de 2004". Esta frase, que he pescado en un blog que no recuerdo, me permite empezar una nueva entrada. Un post que, por cierto, escribo acompañado de un rollo de papel de cocina y algo llamado Fricold. Esta frase, como decía, me permite reflexionar sobre la tecnología, las cosas que avanzan y qué utilizo para confeccionar este pequeño espacio.

Bueno, lo primero es Windows Vista. Como bien sabéis, tengo un ordenador gentileza de Caixanova que viene acompañado -indisolublemente- de Windows Vista. No hay forma posible de pasarme a XP, ni mucho menos de reconvertirme a Mac (otra vez será). El caso es que poco a poco empiezo a adaptar este monstruo de sistema operativo a mis pequeñas costumbres. O manías, directamente. Que empiezan por cosas tan sencillas como establecer a Google como página principal o saber que tengo Wifi propio y acaban con Photoshop, Freehand y Quarkxpress instalados. Y esta tarde, de pijama y manta, ha sido un buen momento. Esto me permitirá mejorar, un poco, el aspecto de este sitio.

¿Cómo? El primer paso será el uso de gráficos confeccionados con Freehand (y de momento, los primeros días de cada mes tenéis una cita con mi apunte meteorológico). Pronto, y con la ayuda de Google Maps, empezaré a explicar la morfología de A Coruña. En el momento que empiece a escribir sobre Galicia, me apoyaré en estas herramientas. Cuando empiece a hacer más salidas, me acompañaréis con mapas. Bienvenidos, ahora sí, a mi blog.

En imágenes, el nuevo gráfico que utilizaré para hablar de la meteorología. Prometo que lo mejoraré, exploraré nuevos colores y lo haré algo más dinámico. Pero de momento, necesitaba cambiar el primigenio de Excel. Cosas como éstas demuestran que todo se puede hacer con un ordenador...si se tiene el programa adecuado.

En mi lección de cultura gallega, hoy no puedo más que recoger una parte de una conversación que he tenido esta noche. Mi compañera de piso Olalla se topó con unas magdalenas que había comprado esta tarde. Y su reflexión fue demoledora: "pues vaya invento: cogéis unas magdalenas, las hacéis alargadas y las llamáis valencianas; es como si yo las hago en forma de estrella y las llamo coruñesas". Amén.

Tensiones lingüísticas (I)

Publicado el viernes, 14 de noviembre de 2008

Pretendo empezar una nueva sección llamada "Tensiones lingüísticas" o, dicho de otra manera, "esas simpáticas frases que sólo hacen gracia a los valencianos que vivimos en A Coruña". Porque sí, somos más: la entrañable portera me presentó ayer a una mujer valenciana que vive en la misma finca que yo.

Pero no nos desviemos y hablemos de la -exigua- colonia de valencianos en Galicia. El caso es que iba camino a casa, paseando como un buen coruñés por sus cantones, y me he encontrado con este cartel. Y me ha hecho gracia. ¿Puede que no tenga la más mínima gracia? Seguramente. Se trata de una desafortunada síntesis de Servicios Financieros Gallegos (Serfiga). Y es que, sólo se me ocurren juegos de palabras, aunque prometo que no voy a decir ni uno. Pero más os vale no entrar aquí, porque seguramente os la meten doblada. Bueno, eso o tienen la sangre con tanta horchata como la mismísima Palau. ¡Basta, ya! ¿Continuará? Seguramente, sí.

En imágenes, la placa de Serfiga, que bien podría haberse quedado en SFG, que queda más cool. Cosas como ésta me demuestran que mejor poner en Google un nombre antes de imprimir los carteles de la empresa...

En mi lección de cultura gallega, hoy no puedo más que ser igual de soez que mi entrada. Tan sólo diré que el simpático "figa" valenciano no deja de ser el explícito "cona" gallego. Ya os podéis acostar con un taco más...

Si Amancio lo dice...

Publicado el miércoles, 12 de noviembre de 2008

Ayer mismo paseaba por A Coruña, junto a mi compañero de piso Eloy y su amiga Andrea, disfrutando de este extraño mes de noviembre. Íbamos a comprar una de aquellas cosas que no puede faltar en un piso setentero, pero con habitantes tecnologizados: una regleta que permita multiplicar por cuatro los enchufes, para conectar los tropecientos portátiles, móviles, consolas, router, bla bla bla...A este paso, los simpáticos señores de Unión Fenosa van a subirnos el mínimo.

El caso es que todo tiene un cierto regusto navideño. No es por la decoración (que aunque ya están las luces, todavía no las han encendido), ni por el frío (que acaba y no acaba de llegar). Es esa mezcla de días grises, gente con trencas y algunos detalles más que se escapan de lo racional. Y es que, desde hace algunos años, no es Navidad en mi vida hasta que no llegan las luces de El Corte Inglés de Colón. Y, bien, posiblemente ya estén encendidas desde hace algunas semanas...pero cae tan lejos El Corte Inglés de aquí, que me he tenido que buscar otros referentes. Y, en la ciudad que vio nacer el emporio Inditex, la Navidad la decide Amancio Ortega, su archimillonario propietario. Por cierto, Feliz Navidad.

En imágenes, una fotografía de un escaparate de Zara en A Coruña, junto al Cantón Pequeño. Cosas como éstas me demuestran que, cuando el mayor grupo mundial de confección y ropa dice "es Navidad", pues Merry Christmas.

En mi lección de cultura gallega, hoy vamos a por la palabra más repetida entre esta gente tan simpática: "riquiño". Lo dicen mis compañeros de piso, mis profesores y hasta en la televisión. Todo es riquiño y todo está riquiño. Cuando voy a ver a la prima de Cristina, Luisa, soy el primo tan riquiño de Valencia; cuando sale algo agradable en la TV, mi compañera de piso Laura dice que es riquiño y, en clase, cuando hablamos de las hipotecas ninja, los banqueros nos han dejado con un problema riquiño. Gracias por leerme, riquiños.

Vivamos como galegos (II)

Publicado el martes, 4 de noviembre de 2008

Segunda entrega del "Vivamos como galegos!". Tiene algo menos de gracia que el anterior, pero lo pongo como paso previo a poner uno mejor, que es el siguiente. No lo he encontrado con subtítulos en castellano, así que os tendréis que apañar con mis "anotaciones libres".

¿Qué tendrá la Navidad gallega que todos vuelven para celebrarla?
Comidas de cinco horas.
Y cenas de siete.
Garajes-discoteca.
Instrumentos coustomizados.
Y perros a los que sólo les falta hablar.
Cuando los chicos llegan puntuales es como si ganáramos la liga.
Las fiestas duran el doble.
Y la resaca la mitad.
La gente no desafina, aturulla.
Cuanto te pregunten cuál es el mejor sitio para pasar estas fiestas responde: ¡en casiña!
Seamos felices.
Disfrutemos de nuestras fiestas.
¡Vivamos como gallegos!

Chove, chove e chove...

Publicado el lunes, 3 de noviembre de 2008

La lluvia es uno de los temas más recurrentes en un ascensor, cuando estás lejos de casa o en los descansos del máster. Es un buen tema con el que iniciar una conversación, romper el hielo o, sencillamente, decir sin decir nada. Y, el caso, es que es un tema genial para darle un cierto seguimiento y ver si, en realidad, llueve tanto. Así que, desde ahora, a principios de cada mes os contaré cómo ha ido la lluvia en A Coruña. En este primer mes que he estado aquí (no completo, sólo 14 días), puedo decir que ha llovido casi la mitad de días. En el fondo, va a tener razón la gente que dice que en Galicia llueve más a menudo que en Valencia... Por cierto, que he tenido que utilizar Excel+Paint, porque de momento en el ordenador no tengo permitido instalarme Freehand+Photoshop.

Vivamos como galegos!

Publicado el domingo, 2 de noviembre de 2008

Sin duda, el mejor anuncio que he visto en mucho, mucho, mucho tiempo. Cosas como éstas diferencian a los gallegos del resto de la especie humana. Vivamos, pues, como gallegos.

Este vídeo pertenece a un anuncio de una popular cadena de alimentación de Galicia, Gadis. Lo rodaron el año pasado para Navidad y, este año, ya han hecho dos secuelas igual de buenas. En cuanto las encuentre con subtítulos en castellano, las subo. Y, si no, pues será un buen momento para demostrar mis mejoras con el gallego. Hoy no hay lección de gallego, porque están todas en este vídeo.

Peregrinación a Santiago

Publicado el sábado, 1 de noviembre de 2008

Dicen que Vigo es el motor económico de Galicia y A Coruña el centro de negocios y turismo de la comunidad. Por cuestiones históricas A Coruña siempre ha sido la capital y, Vigo, se ha centrado en mirar hacia el norte de Portugal. Con la recuperación de la democracia, pero, ninguna de las dos se convirtió en capital de Galicia: A Coruña se tuvo que conformar con ser capital de provincia y, Vigo, ni eso. En este juego de equilibrios, un pueblo con una moderada tradición religiosa se convirtió en la capital política de 2 millones de gallegos (algunos más ahora). Pero nada más: están en el centro y mucho más asequibles que cualquier otra ciudad gallega al resto de los vecinos. Esto viene a ser algo así como si Sagunt fuera la capital, para evitar disputas entre Valencia y Alicante. ¿Raro? Seguramente.

Todo este rollo lo cuento porque hoy he estado en Santiago de Compostela. Como buen peregrino, he tardado unas 2 semanas en llegar, que me da una poderosa media de 72 kilómetros al día. Por supuesto, yo he sido algo más señorito y he utilizado un avión y un tren, que siempre es menos cansado. Precisamente lo que más me ha gustado ha sido el tren: un bonito trazado en vía doble/vía única sin electrificar y con dos posibilidades. Una, un tren rápido que cuesta 5,25€ y tarda 44 minutos (aunque ha tardado 50) y un tren lento que cuesta 3,90€ y tarda 59 minutos (aunque le ha costado llegar 55 minutos).

Una vez en Santiago, he seguido a rajatabla las indicaciones de mi compañero de piso, perfectamente detalladas en un A4 repleto. He visto la zona vieja, las facultades, el Obradoiro y su catedral y algunas cosas más que seguramente tienen nombre, pero yo no lo recuerdo. He comido tarta de santiago y suspiros de peregrino. He visitado unas cuantas decenas de tiendas de "agasallos" y he chafado unas cuantas calles perfectamente empedradas. Por supuesto, puedo decir que he visto el sol, la lluvia y el diluvio (por lo menos sé que aquello de "si en Santiago no ves llover, tienes que volver" no va conmigo). Incluso me ha dado tiempo a hacer 126 fotos, abrazar el santo y reprometerme que algún día haré el Camino.

También he tenido tiempo para ver que el turismo es importante en la ciudad y eso nos deja unas cuantas escenas típicas de los San Fermines: una pareja de franceses que me ha pedido una foto, un marroquí al que le he hecho un photobook y una extraña amalgama de una china, una japonesa y una vallecana, unidas por el Camino. Sobre éste grupo, lo más curioso es que buscaban desesperadamente un horno donde comprar huesos de santo (la china no acababa de entender la gracia de los "saint bones"). El caso es que la conversación ha sido algo así como:

-Hola.
-Hola.
-Mira, es que buscábamos una panadería para comprar huesos de santos, porque yo siempre los he comido en Todos los Santos y ellas no saben que son. Y como tú eres de aquí, pues para ver si nos indicas.
-Bueno, realmente no soy de aquí, pero sé dónde hay una panadería.
-Es un poco rara la situación, una vallecana hablando en inglés con una china y una japonesa.
-Ah, ¿de Vallecas?
-Sí, ¿cómo lo sabes, por mi acento?
-[Dudas] Sí, porque no me suena tu acento de esta zona.
[La china le pregunta en inglés que qué son los huesos de santo y ella le dice que es un "postre típico" y que le va a gustar tanto como la paella. Llegamos al horno y la japonesa me invita a tomar un café. Por supuesto, rechazo su invitación, porque tanta multiculturalidad sólo da para hacer documentales de Lonely Planet o contar chistes. Y mi tren salía en una hora].
En imágenes, varias capturas de la catedral. Imágenes como éstas me demuestran que nunca se debió inventar el color en la fotografía...

En mi lección de cultura gallega, hoy vamos a por la frase confusa de la semana. Un compañero del máster, justo cuando salía por la puerta, me dice: "¿ya marchas?". "Sí, ¿por qué?", le dije. Y con eso le sobró para saber que no era gallego. Los gallegos son amables hasta en esto...

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