O primeiro paso

Publicado el miércoles, 9 de septiembre de 2009

Lo intenté impregnándome cada vez que visitaba Pontedeume. Lo intenté a través de libros y manuales de gallego versión 8.25.3i. Lo intenté bajo amenazas de muerte para que Eloy sólo me hablara en gallego. Lo intenté hasta leyendo todos los días Galicia Hoxe (el único diario completamente en gallego de la comunidad). Lo intenté tragándome Luar. Pero nada. Ahora toca dar el salto cualitativo: desde el lunes pasado soy -de nuevo- alumno de la escuela oficial de idiomas, sólo que esta vez de gallego y en Vigo.

Y lo hago por muchas razones: por respeto, porque no me quiero sentir extranjero, porque no sería consecuente con mi manera de entender el bilingüismo (nada que ver con otros), porque no me gusta que le digan a la gente que me habla eso de "no le hables en gallego", porque las lenguas suman, porque quiero tener una manera más de ver el mundo, porque en diciembre un brasileño de adopción seguro que ha afinado su portugués o porque me duele en el alma tener que redactar en castellano notas de prensa sobre actos en gallego. Aunque, bien mirado, también porque quiero decir te quero y sentirlo completamente, porque ya empieza a ser reducido mi "falo galego na intimidade", porque es muy cool poder decir que ya sólo me queda el euskera, porque Eloy se merece que empiece a contestarle en gallego, porque quiero decir "no lle fagas caso, fálame en galego que che entendo", porque quiero empezar a conocer palabras raras para hacer creer en Valencia que es más difícil que el alemán o porque con mi gallego normativo me voy a echar unas risas cada vez que vaya a Pontedeume o alguien diga eneiro*.

En imagen, un pequeño ejercicio de artes plásticas de parvulitos, junto a mi ventana y con la camiseta del Dépor. Pero a mí me hacía ilusión.

Sin comentarios

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails