Proyectos estratégicos de transporte (I): Ferrocarril

Publicado el miércoles, 15 de abril de 2009

Bienaventurados los que sigáis leyendo esta entrada después de esta primera frase, porque os espera un verdadero torrazo. Y es que, en algún momento, tuve la genial idea de hablar de proyectos estratégicos de transporte en Galicia. Así, como quien no tiene nada que hacer. Y no se me ocurrió nada mejor que tratar en cuatro entradas ligeritas qué ocurre en estas tierras en cuatro aspectos clave: carreteras, ferrocarril, aviación y marítimo. Ahí queda eso. El caso es que me permitiréis (y agradeceréis) que no me extienda durante hojas y hojas (seguramente porque no podría rellenarlas), ni que sea tan escueto como (sueño que) acostumbro. Por aquello de adaptarse al tema.

Y empiezo con el ferrocarril, que para algo me parece lo más interesante. Lo primero que debo aclarar es que alguien como yo, que se ha pasado cinco años de su vida cogiendo cercanías todos los días para ir a clase, está más que curado de espanto. Una vez llegué a contar las horas que había perdido en aquellas viejas cafeteras, pero decidí olvidarlo cuando pasó de varias semanas. Aún así, me gusta viajar en tren, me reconforta y me permite reinvertir el tiempo, en lugar de perderlo. Y en Galicia, afortunadamente, he utilizado mucho el tren.

Una de las primeras cosas que me llamó la atención fue el uso casi abusivo del autobús. Uno de los primeros factores que explica este hecho es la distribución geográfica de estas tierras, donde no hay tren que llegue a todos esos concellos. Otro, por supuesto, el estado de abandono en muchas de las líneas, que parece corregirse levemente en los últimos años.

Galicia está vertebrada, ferrocarrilísticamente (¡toma palabro!) hablando, por cuatro ejes: la conexión con Palencia que busca Barcelona y Bilbao, la conexión con Ourense que busca Madrid, el Eje Cantábrico entre Ferrol y Oviedo y el Eje Atlántico entre Ferrol y la frontera portuguesa. Cuatro líneas, por cierto, tratadas de manera muy dispar.

Por ejemplo, la línea de Palencia es un auténtico caos. No es comprensible que cueste hasta 15 horas llegar a la capital condal o más de medio día plantarse en Irún. Como suele pasar en todas estas líneas transversales, no hay ninguna propuesta de mejora y, quién sabe, tal vez empiece a ser sospechosamente abandonada.

La otra gran joya transversal es el ferrocarril de vía estrecha que gestiona FEVE entre Ferrol y Oviedo. Se trata de una reliquia del siglo pasado que podría vertebrar toda la cornisa cantábrica. Pero, en realidad, se queda en un más que dudoso corredor condenado a la desaparición. Normal, teniendo en cuenta los más que poco competitivos tiempos de viaje.

Las cosas pintan algo mejor con la conexión entre Galicia y Madrid. Como pasa en estos casos, cuando la radialidad manda, se están consiguiendo grandes avances. De momento, los gallegos tienen la Alta Velocidad en Valladolid y se empieza a vislumbrar el camino del AVE en estas tierras. Los más optimistas dicen que en 2012 podría llegar a Santiago. Lo dudo. Pero no cabe duda que en los próximos cinco años el tren se convertirá en un duro competidor del avión en este trayecto. Pero, eso sí, de momento se tienen que conformar con dos trenes al día, cuyo tiempo de viaje oscila entre las 8 y 10 horas. No está mal.

Y, por último, mi corredor preferido: el Eje Atlántico, que vertebra la parte occidental de la comunidad y conecta núcleos como Ferrol, A Coruña, Santiago, Vilagarcía, Pontevedra y Vigo. Actualmente se encuentra en obras que permitirán elevar las velocidades decimonónimas a algo acorde a estos tiempos. De momento, no hace más de tres años que A Coruña y Vigo estaban a tres horas; ahora a dos y en un futuro a medio plazo, a una hora. Sin embargo, la dichosa crisis ha alargado de momento la extensión de este corredor de manera efectiva a Portugal y Ferrol.

Además, no podemos olvidar, el potencial del transporte de mercancías. Actualmente está algo desaprovechado el tráfico intermodal en el puerto de A Coruña (y, por supuesto, en el de Vigo, que no tiene ni conexión propia), pero todo parece indicar que las cosas van a cambiar según se gane en tiempos de trayecto.

En cualquier caso, el ferrocarril parece que va a ser uno de los grandes protagonistas de los
próximos años. Con luces y sombras, ya que todo aquello que quede fuera del Eje Atlántico y la conexión con Madrid va a tener serios problemas de supervivencia. Pero me froto las manos pensando en un Madrid-Santiago en algo menos de 3 horas...

En imagen, el mapa del ferrocarril en Galicia. Siempre me gustó aquello de "bueno, yo sé de que van los reportajes a través de las fotos, no porque los lea". Pues ahí dejo la puerta...

2 comentarios

Comentarios

MiNeKo dijo...

jajaja, hay quien sabe de qué van los reportajes por las fotos, hay quien sabe de qué van los libros por el título... de todo hay...

Luis Guillot dijo...

Cómo sabes captar la ironía fina Violeta...

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