La ciudad tantas veces contada

Publicado el jueves, 17 de marzo de 2011

El bacalao es el pez por excelencia. ¿El vino? Dulce y bañado por el Douro. Autopistas y autovías de pago por doquier; medio vacías, eso sí. Limitadas a 120 km/h. Las piezas de un Ikea enorme que sí encajan. Un aeropuerto internacional que me hace babear. Esa fala tan sugerente. Tranvías de madera por cuestas empedradas casi conocidas. Puentes que unen. Algo dulce llamado pastéis de nata; promete. Revoluciones de gentes menos adormecidas. Y mil cosas más que, la verdad, todavía no conozco. Aunque me han contado tantas y tantas veces.

Por eso de estar tan cerca, éste es un buen fin de semana. Parecía que nunca iba a llegar, porque todo se complicaba. De cumpleaños a cumpleaños. Pero todo se acerca. Y, de paso, cumplo la vieja tradición instaurada desde que llegué que me prohíbe pasar el día de San José en Galicia. Lá vamos nós, Porto.

En imagen, el impresionante puente de Luís I que comunica las dos orillas del Douro. Por decirlo así, casi invita a entrar en la ciudad. Entraremos.

Sin comentarios

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails