Os vellos coñecidos

Publicado el jueves, 18 de octubre de 2012

Si tienes un programa electoral pobre, pon un actor. Si tienes problemas de autoestima, funda tu partido. Si adoleces de falta de carisma, únete al mejor postor. En la política, esa forma artificial de unir elementos cuya naturaleza a veces desafía a la química, está todo inventado. Los jugadores saben antes de comenzar cuáles son sus cartas, pero también las del resto de compañeros de timba. Y muchos de esos conocimientos vienen de ese bagaje que expiran y que parece decir "chaval, yo ya jugaba al póquer cuando tú coleccionabas cromos del Madrid de Floro".

Sea como fuere, la política es recurrente y sus rostros, ni te cuento. De hecho, nos sentimos orgullosos de la normalidad de la Transición y de cómo ex ministros franquistas se integraron en la vida democrática. Un baile de máscaras en el que siempre danzan los mismos. Y es que la política parece actuar como un estimulante del sistema nervioso imprescindible para muchos. Precisamente las elecciones gallegas del próximo domingo son una viva muestra de ello. Vaya por delante que todo esta entrada no es una crítica ni una recomendación de voto, sino una simple reflexión de cuán estrechos son los senderos que tenemos bajo nuestros pies.

El primer viejo conocido es Xosé Manuel Beiras, un dinosaurio del nacionalismo gallego que parece gozar de un estado de forma dialéctica envidiable. A los mandos de Alternativa Galega de Esquerdas (frente creado por una escisión del BNG, en coalición con Esquerda Unida y Equo, además de otras formaciones), el político de 76 años parece olvidar las críticas sobre la edad con las que frecuentemente agasajaba a Fraga. Beiras, pacificador de las aguas del revuelto Bloque Nacionalista Galego allá por los ochenta y secretario general del PSG en los setenta, fue uno de los grandes canalizadores del sentimiento galeguista de décadas pasadas. Ahora es consciente de su escaso recorrido político, pero no debemos olvidar que bajo su batuta el BNG cosechó sus mejores resultados electorales.

Otro de los invitados a la fiesta del reencuentro es Compromiso por Galicia, la tercera pieza de lo que dio en llamarse desde la Brunete mediática como la Syriza gallega. Como finalmente no se formó este frente, aunque muchos fueron los acercamientos de posturas a dos y tres bandas, otros pedazos autónomos del BNG, junto a otras formaciones, dieron paso a Compromiso. Ideológicamente ubicada algo menos escorada a la izquierda, mantiene pocas opciones de entrar en la cámara autonómica. Entre sus filas cuenta con uno de esos apellidos históricos de la política autóctona: Rafael Cuiña, hijo del histórico delfín de Fraga e integrante del "sector de la boina", Xosé Cuiña.

Y sin complejos por su lenguaraz líder, el
partido de Rosa Díez (porque llamar utilizar su nombre oficial sería aceptar que tienen un programa político serio más allá del "estos son mis principios, si no te gustan los cambio") concurre a unos comicios complicados. Con pocas posibilidades de utilizar sus cantos de sirena sobre los supuestos excesos lingüísticos del nacionalismo o del "se rompe España por el noroeste", se presentan con su habitual sarta de obviedades y demás paranys. Pero no debemos olvidar que 24.000 votos obtuvo en las anteriores elecciones, aupándose hasta la cuarta posición. Confiemos en que la memoria colectiva nos libre de este tipo de partidos garrapata (por supuesto, en el sentido peyorativo de la palabra).

Pero sin duda, el plato fuerte que nos tendremos que desayunar el domingo en las urnas es Mario Conde. Sí, sí, el ex presidente de Banesto encausado y encarcelado por generar un agujero de casi 4.000 millones de euros a principios de los noventa en esta entidad. El caso es que Conde volvió tras sus años en prisión, convertido en un tuitero con cierta relevancia, habitual tertuliano y hasta escritor de sus memorias. Y fundó un partido, como todo hijo de vecino al que le gusta el poder más que a un tonto un lápiz. Pese a que en el precalentamiento de la campaña se habló mucho de una posible alianza con los descontentos del PP en Ourense (los baltaristas), al final nada cuajó. Si las encuestan no mienten, el ex banquero ensayará con Sociedad Civil y Democracia en estas elecciones, pues no opta a nada más

En imagen, -los años no pasan en balde- Mario Conde en un frame sacado de su -ejem, ejem- vídeo electoral. Os recomiendo verlo y os invito a participar en mi porra electoral: ¿qué narices hace el ex banquero con sus manos en 4''? Yo creo que acaricia un gato imaginario.

Nota del autor: "Os vellos coñecidos" es la segunda entrega de una trilogía que analiza, simplifica y organiza las principales alternativas electorales para los comicios autonómicos, que se ve completada con "Os de sempre" y "As novas opcións". No se trata de artículos de fondo, análisis ideológico o comparativa de programas, sino de simples percepciones personales sin ninguna vinculación política.

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