Me acuerdo que, con 13 ó 14 años pasaba por la puerta de Zara en el Pryca de Gran Turia, justo cuando iba al cine o a jugar al billar. Me parecía un lugar de viejos, con ropa que nunca me pondría y extremadamente cara, al menos en comparación con los chandals que por aquella época se estilaban y -creía- nunca pasarían de moda. Por supuesto, mucho ha llovido desde entonces. Yo dejé los pantalones de chandal a los 16 años, Pryca dejó de existir y pasó a llamarse Carrefour, dejé -cómo no- de ir al cine y también perdí mi depurada técnica jugando al billar (que tanto daño ha causado a la moqueda de las mesas). Pero Zara ahí siguió.
Y de repende, un día y con unos cuantos años más, me sorprendí comprando en Zara. Y en Pull & Bear. Y giré el ticket. Y había comprado en algo llamado Inditex, que me sonaba extremadamente moderno y yanqui. Pero tirando del hilo descubrí que estaba comprando al grupo Industrias de Diseño Téxtil, que ya no es tan fashion y que, además, es gallego. ¡Toma ya! Y no para ahí la cosa, sino que también es propietario de Bershka (léase "el Bresca", si se tiene más de 40 años), Massimo Dutti, Stradivarius (léase "estrafalarius" si te llamás Lidón, vives en Castellón y estudias Ingeniera Industrial en la UJI), Oysho (éste se puede leer al revés...), Zara Home (mejor no leer en valenciano o gallego, que corres el peligro de quedar como un pueblerino) o Uterqüe.
El caso es que bajo de casa tengo un Zara. Que casualmente está en la avenida pija de A Coruña. Y con unas cosas, como mínimo, diferentes al resto de la cadena: las dependientas son mujeres con más de 45 años, la decoración es recia y, ¡oh sorpresa!, cierra a mediodía. Sí, siempre. Por supuesto, investigué. Y descubrí que Amancio Ortega empezó su imperio de más de 4.200 tiendas en 72 países justo aquí, allá por 1975. Realmente empezó 12 años antes cosiendo batas junto a su ex mujer y unas cuantas trabajadoras a todas horas. Ahora, la fortuna de este hombre se cree superior a 20.200 millones de dólares, es la mayor de España, la 11ª de Europa y la 22ª del mundo. Guau. A veces me gusta pensar que algo mágico tiene esa tienda, porque sentó las bases del primer grupo mundial de confección y ropa. Incluso que Amancio se pasea por aquí...Se comenta por el máster que, después de Reyes, iremos a Arteixo a conocer in situ la empresa. Tengo ganas.
En imagen, el primer Zara del mundo, visto desde el comedor de mi piso en A Coruña. Justo el mismo día que Inditex, pese a la crisis, gana un 11% más que año pasado. Ahí queda eso.
En mi lección de cultura gallega, hoy os voy a presentar una de las palabras que más gracia me han hecho desde que estoy aquí: "orballo". No tiene traducción, pero se podría definir como esa lluvia que parece que no cae, ni moja...pero no para. Y que me acompaña desde hace casi dos meses. Orbayo que caía ayer, cuando a las 6.45 h me despedí de Cristina (pero sólo por 17 días).