marzo 2011

La reconquista de cada uno

Publicado el lunes, 28 de marzo de 2011

Vigo cierra hoy tres días de actos que conmemoran la expulsión de las tropas invasoras francesas de la localidad. Un hecho histórico ocurrido en 1809 y que supone uno de los motivos de orgullo más asentados en el ideario local. Una fecha que insufla de optimismo a la ciudad y que permite quemar los últimos cartuchos de propaganda política antes de iniciar la precampaña electoral, pero de eso ya hablaremos. El resto de los mortales disfrutamos de un día libre extra, un buen número de actos y una oportunidad para reconquistar; cada uno ya sabrá el qué.

La Reconquista no se alarga más allá de un par de días, pero embadurna a la ciudad de un sabor medieval. Una pátina algo exagerada, pero que resulta muy agradable a los foráneos. Puestos de juguetes tradicionales, jabones naturales, pulseras de cuero hechas a mano y comida que se abalanza sobre ti. Olor a churrasco entremezclado con sonido de cuencos cargados de vino golpeándose. Y mucha gente. Gran parte vestida de época o de lo que cuadre. La ciudad está bonita en días así, pese a la lluvia.

En imagen, una banda de gaiteiros pasa frente a un puesto de artesanía para enfilar la plaza de la Constitución, en pleno Casco Vello, bajo algunas banderolas conmemorativas. Bonito sonido y mejor olor para un fin de semana de marzo.

Otro año será

Publicado el domingo, 27 de marzo de 2011

Y con éste ya han sido cuatro los años que he decidido faltar a mi cita anual con el fuego purificador. En 2008 fue Murcia. Doce meses más tarde, Magdalena festa plena. El año pasado, un fugaz vuelo rasante por la ciudad condal. Y, para culminar, una escapada a la vecina Oporto la semana pasada. Gajes del oficio, las Fallas son siempre iguales, pero son muchas las temporadas en las que suspendo en mi encuentro con San José por acumulación de ausencias. Otro año será.

La capital del norte portugués es una ciudad bonita, ajena a la que está cayendo en Portugal. Sumida en su crisis particular desde los noventa, sin complejos por caerse a trozos y buscando cómo reinventarse para seguir atrayendo al turismo. Un sitio barato (caro para ellos), cargado de gente obrigada y con enclaves bonitos. Una postal continua, siempre que sepas desde dónde mirar. Un paraíso para los hombres que susurraban a las sábanas blancas. Una prosopopeya del descanso, del turismo sin prisas. Una villa atrincherada entre SCUT y teleportagems. Una propuesta tras otra; una recomendación encadenada eternamente. Una sensación de "podría hacer mucho más". Otro año será.


Pero cerrado un viaje y una fiesta, empieza otra. Y es que este fin de semana Castelló inicia la Magdalena. Una fiesta desconocida en un sitio con aeropuerto, pero sin vuelos. Ya hemos rendido nuestro pequeño homenaje al mesón del vino y de la cerveza, así como a la romería de les Canyes. Así que, lectores castellonenses, disfrutad de esta semana. Otro año será.


En imagen, una figura del Entroido vigués arde el martes de Carnaval, paso previo al inicio de la cuaresma religiosa. Sin duda, un velado homenaje de la ciudad a mi morriña del fuego y la pólvora.

La ciudad tantas veces contada

Publicado el jueves, 17 de marzo de 2011

El bacalao es el pez por excelencia. ¿El vino? Dulce y bañado por el Douro. Autopistas y autovías de pago por doquier; medio vacías, eso sí. Limitadas a 120 km/h. Las piezas de un Ikea enorme que sí encajan. Un aeropuerto internacional que me hace babear. Esa fala tan sugerente. Tranvías de madera por cuestas empedradas casi conocidas. Puentes que unen. Algo dulce llamado pastéis de nata; promete. Revoluciones de gentes menos adormecidas. Y mil cosas más que, la verdad, todavía no conozco. Aunque me han contado tantas y tantas veces.

Por eso de estar tan cerca, éste es un buen fin de semana. Parecía que nunca iba a llegar, porque todo se complicaba. De cumpleaños a cumpleaños. Pero todo se acerca. Y, de paso, cumplo la vieja tradición instaurada desde que llegué que me prohíbe pasar el día de San José en Galicia. Lá vamos nós, Porto.

En imagen, el impresionante puente de Luís I que comunica las dos orillas del Douro. Por decirlo así, casi invita a entrar en la ciudad. Entraremos.

Días de Entroido

Publicado el sábado, 12 de marzo de 2011

No sólo de Río, Canarias y Cádiz vive el Carnaval. Y aunque seguro que son sitios maravillosos en los que pasar los días previos al trayecto por el desierto de  la Cuaresma, en Galicia también hay vida. Se llama Entroido y está muy arraigado en la cultura tradicional autóctona. Tal vez sea un buen momento para reivindicar algo de protagonismo.

Aunque no lo parezca, las réplicas son muchas y variadas. La más famosa se celebra en Xinzo de Limia, una población del centro ourensano, declarada fiesta de interés turístico nacional. De hecho, la celebración no sólo se ciñe a la semana de Carnaval, sino que se amplía durante cinco fines de semana, con intenciones bien distintas. También hay dosis de Entroido en Verín, A Coruña y, en general, muchas poblaciones del interior gallego.


Pero en Vigo también, aunque ningún día sea festivo como sí pasa en A Coruña, Pontevedra o Ourense. Y, aunque eso de participar está muy lejos de mis intenciones, al final te acabas topando con la fiesta en la calle. Un gustazo, excepto cuando una orquesta ameniza la velada de un día laborable hasta las tres de la madrugada.


Y, como buena fiesta que se precie en Galicia, existe toda una tradición gastronómica. Las orejas son las reinas de la fiesta, pero nunca es tarde para dejarse seducir por las filloas o el cocido. Por supuesto, yo que soy muy de tradiciones en la mesa, no he faltado a la cita. Son un larpeiro, xa sei.


En imagen, una furtiva captura de varias familias disfrazadas en Vigo. Hace tanto que no me disfrazo...

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