enero 2010

Un Feijóo con piel de oveja (I)

Publicado el domingo, 31 de enero de 2010

Este blog cumple hoy 200 entradas. Parece ayer mismo cuando encontraba un dominio interesante y se lo iba diciendo a los más cercanos. Había arrancado un proyecto que ha crecido en tres ciudades...¡y lo que le queda! Cerca de 16 meses después, este blog sigue siendo para los más cercanos y, por supuesto, para mí. Y lo voy a celebrar con la primera de unas cuantas entregas dedicadas al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Al fin y al cabo, ya lleva casi un año en el poder y no ha pasado precisamente desapercibido. Es domingo y tenéis tiempo para leer, no os quejéis.


Me llama la atención especialmente la forma en la que la gente de fuera de Galicia me pregunta por Feijóo y la imagen que proyecta. Vamos, que parece que Feijóo mole, que se monta botellones en San Caetano con los jóvenes, que tenga cuenta premium en Megaupload o que divague todas las tardes sobre las verdaderas pretensiones de John Locke, el de Lost. Pero no, no os engañéis, Feijóo no mola tanto. Y a ver cómo lo explico sin enfangarme políticamente, porque pistas de su talante tenemos unas cuantas. Así como jaleos. Porque a estas alturas, Galicia no existió entre 2005 y 2009, ya que ha borrado de un plumazo -y en menos de un año- todo lo que el bipartito progresista-galleguista dibujó. Ahora la comunidad se sumerge en una especie de hoja de ruta conservadora y, dicen los que vivieron con Fraga, que ni él era tan conservador. Siempre recordaré la primera intervención que vi de Feijóo como presidente: cronómetro en mano y sin ningún tipo de coherencia temática, cambiaba de lengua a golpe de reloj, transmitiendo una aparente equidad del todo forzada.

El primer enfangado que tiene Feijóo es el tema de la lengua. Durante la campaña coqueteó abiertamente con una mal llamada asociación que promueve las dos lenguas oficiales, Galicia Bilingüe. Y, por experiencia propia, el bilingüismo es una de las mentiras más cochinas que hay en el mundo (en realidad, es un proceso de suplantación de las lenguas minoritarias y minorizadas, pero de eso hablamos otro día). Para pagar su deuda electoral, Feijóo sacó in extremis un decreto de gallego que me ha sonado tan familiar, que casi lloro. Ahora los alumnos gallegos tendrán una especie de equilibrio falso entre el gallego, el castellano y el inglés, que en la práctica va a suponer una reducción drástica del gallego en las aulas. Y bien, el otro día hubo manifestación en Santiago con huelga en la enseñanza, los de la Real Academia Galega ya dijeron que "reculando, que es gerundio" y rechazo político de la oposición. Pinta mal...

Feijóo nada más llegar también transformó las Galescolas en "A galiña azul", eliminando de un plumazo uno de los proyectos estrella de la educación del anterior gobierno. Supuestamente se trataba de eliminar el cariz nacionalista de este proyecto, que se inspiraba en las ikastolas vascas. En la realidad, un gasto considerable en cambiar la imagen, los materiales y los contenidos.

Otro de los asuntos que colea especialmente es el de la selección gallega de fútbol. La tradicional pachanga que reúne a jugadores gallegos todas las Navidades estuvo muy cerca de no celebrarse en 2009, al recortarse drásticamente la subvención de la Xunta. Tras haber recuperado los partidos amistosos en 2005, después de 75 años de parón, el combinado celeste vivió una buena época con el bipartito. Ahora, parece que lo va a tener bastante más complicado.

El último incendio del que hablaré hoy es el de los profesores de las Escuelas Oficiales de Idiomas, que protagonizaron los enfrentamientos más intensos del final del verano. Una circular de la Xunta, la 5/2009, recortó dramáticamente el número de docentes de las EOI gallegas, reduciendo y masificando el número de grupos. Los profesores, además, veían aumentadas sus horas de docencia, efectivas y dedicadas, y se ponían en la cuerda floja todos aquellos idiomas con poca demanda. ¿Resultado? Profesores acampando en las EOI, alumnos en manifestación, carteles por todos los lados, plataformas, solidaridad...para nada, de momento. Pero ahí seguimos.

En imagen, una de las Galescolas que, hace algo más de un año, operaban en Galicia; ésta, concretamente, en Santiago. Imágenes como ésta me recuerdan que ni los carteles son para siempre. Puede que los blogs tampoco.

Bateas de doble sentido

Publicado el miércoles, 27 de enero de 2010

Cuando llegué a Vigo me llamó especialmente la atención una especie de troncos hilados, milimétricamente colocados e inquietantemente desconocidos. Plagaban la ría. Se llamaban bateas y, poco observador, por las Rías Altas no tuve la ocasión de descubrirlas (no creo recordar que las haya en la ría del Burgo, en la de Betanzos, en la de Ares, ni en la de Ferrol); ignorante de la vida, en Valencia no teníamos de eso.


Afortunadamente, no hay ignorancia que Google no cure (bien sirve para buscar qué es una batea o también por qué todas las chicas publican al unísono un color en su estado de Facebook). Y allí que descubrí que se tratan de interesantes construcciones para dejar crecer ostras, mejillones o vieiras.

O lo que se quede pegando a aquellas cuerdas. Y, sí, estoy hablando de droga. Porque Galicia ha sido considerada en las últimas décadas como una de las grandes puertas de entrada en Europa de los estupefacientes de contrabando. Pero todo a su debido tiempo, que hoy toca hablar de moluscos. Así que, cuando comáis un mejillón con el sello de Galicia Calidade, tal vez venga de las bateas de la ría de Vigo. Seguramente tendrá una historia interesante que contaros.

En imagen, unas relajantes filas de bateas frente al bonito pueblo pesquero de Moaña. El verano pasado descubrieron que ganaban más dinero, atraían a más gente y trabajaban menos si organizaban excursiones a las bateas. A ver quién reconvierte ahora a sus rudos mariñeiros en guías turísticos...

La gaviota viguesa (o esas comadrejas localistas con alas)

Publicado el lunes, 25 de enero de 2010

Una sabia persona me dijo una vez, antes de ir a las Cíes, algo como esto: "cerca del faro te encontrarás montones de gaviotas, te cortarán el paso y parecerá que te están chuleando. Tendrás ganas de pegarles una patada en todo el pico, pero mejor no lo hagas. O saldrá un ecologista y te pateará él". Y me comporté, no sé si porque tengo un buen corazón o porque me dan miedo los ecologistas de las Cíes.


Más tarde me di cuenta de que en esta ciudad no hay casi palomas, pero esta repleta de gaviotas. Hasta el punto de ser la ciudad con más comadrejas con alas de toda la península, según el último censo de 2008, más de un millar de parejas pacían sólo en el centro. Sin hacer nada en especial, sólo aguardando a que una señora mayor tropezase o que un niño se metiese solo en un callejón en busca de la pelota. Y entonces, ¡zas!

Se cerró el tema de las gaviotas hasta hace una semanas, aunque no deja de ser simpático ir a tirar la basura y encontrarse un animalito subido en el contenedor, al que amablemente le tienes que decir "arrea pá bajo o te meto con el brick de la leche, cagüen lo que se menea". El caso es que comiendo con algunos compañeros de departamento descubrí que había una gaviota autóctona. Sí, sí, propia de Vigo (aunque, mejor dicho, de las Cíes). Se llama Larus michahellis (o gaviota patiamarilla) y su colonia principal está en las islas, aunque también están conociendo mundo. Un vigués de pro sabe distinguirlas a 300 metros de distancia o con sólo escuchar su graznido desde cualquier punto de la ciudad. Vamos, que venga Feijóo y le cuente a estas gaviotas lo del localismo.

En imagen, una gaviota otea el horizonte desde una farola desde uno de los puntos más elevados de la ciudad. Sabe que planeando puede estar en dos minutos en el puerto. Sabe que una viejecita indefensa puede haber tropezado en cualquier rincón, porque huele el miedo.

Gracias (otro año más)

Publicado el sábado, 23 de enero de 2010

Todos los años tengo una cita con mi reloj, por aquello de ajustar el paso del tiempo. Porque sí, él muy despacito se va desplazando, con una perfecta simetría casi hipnotizante. Sólo que su movimiento es tan sumamente minucioso que ni el más despierto lo percibe. Pero no cesa, doy fe.

Ayer fue el momento de sincronizar tiempos y recuperar desajustes. Y, de paso, adelantar la manecilla un año más. "25", dice. Una de esas edades simbólicas que, a la postre, no dicen tampoco nada. En ésas estamos, en ajustar tiempos. Y también agradecimientos. Porque días como el de ayer no serían lo mismo sin la familia, de hecho o de derecho, o sin los que en algún momento me habéis acompañado o acompañáis. Incluso también aquéllos que caerán en la fecha gracias a esta entrada. Pocos pudisteis hacerlo en vivo, pero los kilómetros no hacen que vuestros buenos deseos valgan menos. De verdad, muchas gracias.

En imagen, un inesperado bonsai que vino ayer a visitarme, gentileza de mi novia. Tiene nueve años, se hace llamar "Carmona/Te de fukien" y me ha sumergido de lleno en el maravilloso mundo de los bonsais. De momento voy a malcriarlo: lo llevaré al parque, le compraré abono caro, le cantaré todas las noches y me acompañará a conferencias sobre cultura japonesa. Si consigo que no se muera, no será la última vez que aparezca por este blog.

Los viejos clásicos nunca mueren (y final)

Publicado el miércoles, 20 de enero de 2010

Hace un par de meses que decía aquello de "los viejos clásicos nunca mueren". Recordaba cómo había redescubierto a Coldplay y su Parachutes y rendía homenaje a Spandau Ballet. Los menos desmemoriados puede que recuerden cómo hablaba de Friends, una serie de la que decía algo así como:

Estoy en un punto en el que me he conseguido convencer de que nunca va a existir otra serie como ésta (que dure 20 minutos y en un tono de comedia). Y pese a esas conversaciones noventeras y esas vestimentas totalmente ochenteras, ¡los viejos clásicos nunca mueren!
Pues hoy es un gran día, porque acabo de dar buena cuenta de ella. Me ha costado dos años, pero uno a uno han ido cayendo todos los capítulos. Mi novia fue la que me animó, hace dos años más o menos por estas fechas. Y capítulo a capítulo, empezamos a verla juntos y yo me dedicaba a preguntarle los nombres de los personajes. Luego, ya sabéis, cambié de lado y dejé aparcada la serie, hasta que la recuperé pasado el verano. Poco a poco fueron cayendo los 236 capítulos, unas 78 horas.

Pero debo reconocer que antes de ver la serie ya tuve algún que otro escarceo. Porque la serie era la eterna programación de sobremesa de Canal + y Cuatro. Y porque, consciente o no, Eduardo siempre dejaba píldoras por algún lado. O porque Cristina utilizaba Youtube para engancharme.

El caso es que esta tarde cerré con un doble capítulo final la historia. Ya puedo cruzar la línea que separa a los que "hemos visto Friends" de aquel páramo inmundo de los que "no han visto Friends", con los siempre difusos "yo vi algún capítulo de Friends y me contaron el final", aunque sin llegar al punto de "yo tengo todo el merchandising de Friends". Es un grupo, como cualquier otro, en el que estoy orgulloso de estar y agradecido.

En imagen, Central Perk, ese pequeño sitio que todos querríamos tener. Y, a veces, existe.

Vigo está de moda (o cosas que pasan cuando te das cuenta)

Publicado el sábado, 16 de enero de 2010

Vigo últimamente está de moda. No por nada en especial, sino por muchas pequeñas noticias que tienen como foco esta ciudad. Desnivelada, pero igualmente entrañable.

Empiezo. El domingo pasado será uno de esos día que se recordarán de aquí unos años. Y es que, 23 años después, volvía a nevar en Vigo ciudad, vamos, a nivel del mar. No duró mucho, ni siquiera cuajó, pero dejó un frío considerable.

Otra más. El martes el Celta de Vigo, un histórico club de fúbtol ahora hundido en Segunda División (y gracias), va y se liquida al Villarreal. Penalty injusto y en el último minuto mediante, pero se lo liquida. En cuartos de final se enfrentará al Atlético de Madrid y, por aquí, ya sueñan con una final gallega.

A principios de semana salta a la prensa que un chico vigués gana un programa japonés cantando "As bolas do dragón" (versión gallega de Bola de drac o Bola de dragón). Cuentan los medios que el buen hombre se ha convertido en un fenómeno social en el país nipón y que extraña la buena acogida que se le ha dado, pese a haberse entrometido en un asunto tan patrio. Desde luego, el vídeo no tiene desperdicio.

En la madrugada del jueves, una perturbación meteorológica sin pronosticar cruza Galicia en 3 horas. A su paso, montones y montones de árboles caídos, daños materiales y destrozos considerables. Vigo es una de las ciudades que más padece el temporal y deja una de las estampas más simpáticas de la jornada: un barco en construcción abandona el astillero y se da su primera vuelta por la ría, sin control. Finalmente, todos los remolcadores del puerto de Vigo consiguen devolverlo a un lugar más seguro.

Y ahora es cuando llegan las preguntas: ¿ha sido una semana normal en la ciudad? ¿Siempre pasan cosas y sólo nos damos cuenta cuando nos interesa? ¿Estaré perdiendo perspectiva?

El Guggenheim abre en Vigo

Publicado el jueves, 14 de enero de 2010

Vaya con el temporal de la pasada noche en Galicia. Un vendaval de viento y lluvia que, en cuestión de horas, se ha dedicado a repartir destrozos por toda la comunidad. Y, lo peor de todo, sin pedir permiso, sin que nadie lo esperara. Pero así son los temporales, traicioneros como ellos solos.


Vigo no ha sido una excepción y éste me ha pillado algo de cerca. No sé si os acordaréis de una imagen que aparecía en mi segunda entrada desde Vigo, allá por el mes de julio. En aquella ocasión decía que Vigo era una ciudad con cuestas inverosímiles y que, en mis paseo diario hasta el trabajo, tenía que hacer bastante ejercicio más del razonable. Pero volvamos al tema, ya que el edificio que se aprecia a la izquierda tenía una cubierta metálica que cumplía la doble función de proteger de la humedad y resultar estéticamente más atractivo. Una lástima que, por desgracia, ése sea un sitio con un paso de aire muy pronunciado (todavía no me he cargado ningún paraguas ahí, de pura casualidad). Y esta madrugada, dos horas antes de que yo pasara, ha pasado lo que estaba claro que iba a pasar: se ha venido abajo. Justo por donde yo bajo y subo todos los días.

En imagen, una composición del edificio, que ya no tiene cubierta lateral, tomada esta tarde. La otra imagen, captada a primera hora, no es el Gugghenheim que ha abierto una sucursal en Vigo, sino los restos metálicos.

El Xacobeo llega a ¿Asturias?

Publicado el martes, 12 de enero de 2010

¿Perdón? Xacobeo 2010, ¿en Asturias? Sí, sí, así aparece en la web de Alsa y al verlo casi me caigo del sofá. Una cosa es que se repartan las actividades culturales entre las dos ciudades más grandes de Galicia, Vigo y A Coruña, y Santiago; y otra mucho más grave es que el año Xacobeo acabe en la comunidad vecina. Fijaos en la imagen, arriba a la derecha: Xacobeo 2010 Asturias.


Os puedo prometer que no es un montaje y, seguramente, todavía se podrá visitar en el link. Y no hablamos de una página cualquiera, que ésta tiene cerca de 400.000 visitas al día. Vamos, que de modesto que va a ser este Xacobeo, casi nos lo quitan de las manos. Que sí, que el Camino de Santiago también pasa por Asturias, faltaría más. Hasta por Alaquàs pasa algún tipo de camino. Pero eso no es una excusa para apropiarse de la fiesta por excelencia de muchos gallegos y de su reclamo turístico más internacional.

En imagen, la página de Alsa a la que entré casi de casualidad, buscando uno de esos viajes imposibles que tanto me gustan. Casualidades del destino, me encontré con un viaje un tanto imposible, sí señor.

Navidades que se acaban

Publicado el domingo, 10 de enero de 2010

Yo soy de los que creen que las cosas se acaban cuando uno decide que se acaben. Ni un momento antes, ni uno después. Supongo que todo esto tiene que ver con todo lo que aprendí el año pasado sobre el pensamiento positivo y el control de las emociones. O puede que no. Pero la realidad es que las oportunidades no llegan hasta que uno está preparado para subirse a ellas. O los trenes no se van si uno, realmente, no quiere que se vayan.


Y hoy es un buen día para cerrar la Navidad, en una fecha y hora especialmente graciosas: 10:01 del 10/01/10 (vamos, el sueño de todo ingeniero amante del binario). Volviendo al tema, yo acabo de guardar un pequeño árbol de Navidad retro que compré y de finiquitar mis provisiones de turrón, aunque algo queda de chocolate. Y, lo más importante, he limpiado los cristales y ventanas, que tenían algún que otro dibujo en nieve de decoración. Podemos decir que las Navidades más cortas, viajeras y sosas de mi vida han terminado y, ahora, hay que prepararse para lo siguiente.

En imagen, limpio una figura de un reno dibujada con espuma de decoración, gracias a una plantilla. La parte más desagradable de todo esto es que el reno se convirtió en unos polvos blancos muy parecidos a los plátanos del Lidl.

De la volatilidad de los planes

Publicado el sábado, 9 de enero de 2010

Levantarse, subir la persiana y hacer planes. Mirar por la ventana, ilusionarse con un día tan despejado y elegir la ropa. Partir el día en cómodos trozos. Encender el router, conectar el Ipod y elegir la aplicación del tiempo. Cerrar la aplicación, desconectar el Ipod y apagar el router. Juntar de nuevo el día. Guardar la ropa, desilusionarse con un día tan frío y volver a mirar por la ventana. Deshacer todos los planes, bajar la persiana y volver a acostarse.


En imagen, el frío polar llega a mi Ipod, aunque sólo un poco. Imágenes como ésta me reconfortan siempre que tengo un nórdico, una manta o un pijama bien gordo al lado.

Una extraña coincidencia que no deja de ser un guiño

Publicado el miércoles, 6 de enero de 2010

Hay temas complicados en el mundo y, mención aparte, temas muy complicados. De los segundos, el fútbol es uno de ellos, uno de esos asuntos en los que hieres sensibilidades a la velocidad de la luz. Que si dices noséqué malo del Sevilla, aparece un sevillista; si dices algo bueno, uno del Betis. Si rajas a Cristiano Ronaldo, ya te sale el merengue de turno y, si te pones en el otro extremo, ya está el del Barça o del Atlético. Y así, con todos los equipos imaginables. Tal vez por eso, a mí esto del fútbol me resbala bastante, no tengo equipo definido y sólo me pongo la chaqueta del que me interesa cuando me interesa.


En Vigo lo del fútbol es un drama. Su equipo, el Celta, jugó la Champions, fue el primer equipo gallego en llegar a primera (y el que más temporadas ha jugado en esta competición) y llegó a codearse con los grandes, detrás del Barça y el Real Madrid. El otro día jugaban aquí los Mazinho, Mostovoi, Karpin (metido ahora a promotor inmobiliario en la ciudad), Juanfran, Michel Salgado, Makelele, Jordi Cruyff, Gustavo López, Juan Sánchez (el "Romario de Aldaia")...El caso es que hoy en día el Celta es uno equipo de segunda y gracias, ahogado por una deuda de casi 100 millones de euros (que mejor no decir a quién se la debe, ¿no?), con un proyecto deportivo muy poco definido y que se deshace de sus jóvenes promesas.

Con este panorama, las posibilidades de ver jugar en Vigo un equipo valenciano de cierta entidad eran nulas. Vale, que en segunda tenemos al Levante, Castelló, Elx, Hércules y Villarreal B; pero no es lo mismo. Pero un bombo caprichoso quiso que el Villarreal acabara disputando por aquí los octavos de final. Una extraña coincidencia que no deja de ser un guiño. Y yo marqué la fecha en el calendario. Ya ves, uno no es muy aficionado al fútbol, pero hay ciertas cosas que te llaman la atención. Además, ya puedo decir que he visto a los dos equipos gallegos, además contra el Villarreal.

Y allí que me fui al estadio, junto a 9.400 y pico celtiñas más, claro. Con este panorama, al Villarreal no se le ocurre otra cosa más que marcar al cuarto de hora, cuando mejor estaba jugando el Celta; y, yo, por supuesto con cara de póquer. Alegría contenida, cual japonés. Pero el Celta jugaba mejor y era cuestión de tiempo que llegara el empate. Y así fue, al filo del descanso llegó el tanto celeste. [Queridos lectores, hago un pequeño inciso: qué fácil es el periodismo deportivo, tan sólo tienes que hilar tópicos y más tópicos. Un tópico, una frase; media docena de tópicos, un párrafo; quince tópicos, una noticia.] La segunda parte, pues frío, juego tosco y yo poniéndome la capucha, amarilla para más datos. Y unas cuantas protestas al árbitro, como es normal. Al final, ligera ventaja del Villarreal, que deja encarrilada la eliminatoria y aleja de Balaidos los equipos de primera división, de momento.

En imagen, algunos de los titulares del Villarreal calientan antes de comenzar el partido, con las gradas todavía medio vacías. Imágenes como ésta me demuestran que siempre hay casualidades que consiguen alegrar hasta las tardes más extrañas.

De la noche de Reyes y las otras tradiciones

Publicado el martes, 5 de enero de 2010

Donde fueres, haz lo que vieres. Y eso es a lo que me voy a dedicar hoy: a cumplir la vieja tradición viguesa de pasar esta noche con la familia. Un plan perfecto, si no fuera porque lo más parecido a una familia que tengo en Vigo son mis compañeros de departamento (y de un par de plantas más arriba). Y me considero afortunado, les estoy profundamente agradecido, porque han pensado en mí hoy. Realmente, y sin ser dramático, no deja de ser raro que el 6 de enero sea un día más.


El caso es que uno, con el paso de los años, ha perdido algo de la ilusión por el 5 de enero. Tampoco del todo y, tal vez por eso, le dejo a los Reyes Magos algo de turrón, polvorones y crema de orujo. Y unos canónigos para los camellos, que son muy finos. Y veremos cómo se portan mañana...

En imagen, algo de dulce y alcohol a modo de soborno, que de eso los valencianos sabemos mucho. Pero ya se sabe, si los Reyes Magos no dicen lo contrario, me lo comeré yo.

Las imágenes de un año (VII)

Publicado el lunes, 4 de enero de 2010

Llegamos al final, una semana después, con un año nuevo. Y seguimos reivindicando todos aquellos dramas que se ocultan y enquistan en el paso de los años. El de Palestina es un buen ejemplo. Porque, décadas después de la ocupación israelí, siguen muriendo palestinos, bajo el siempre horrible pretexto de su supuesta filiación a grupos terroristas y con el beneplácito del resto de países. En esta imagen de Mohammed Abed vemos un bombardeo de Israel a un entorno con muchos terroristas, concretamente a una escuela de la ONU en el norte de Gaza. Murieron una mujer y un niño.

Las imágenes de un año (VI)

Publicado el domingo, 3 de enero de 2010

El reto sanitario más importante del siglo XXI parece que ha quedado en algo menos de lo que parecía. Al menos para los que nos podemos permitir aquello de una sanidad reglada y tantos medicamentos como haga falta. La gripe A, que prometía ser tremendamente mortal, ha quedado en poca cosa y muchos otros dramas son más acuciantes en los países subdesarrollados. Pero claro, ese es un asunto de máximo urgencia que no nos interesa, que para eso nosotros ya lo hemos superado. No obstante, casi podemos sentir los gritos de una niña china vacunada de la gripe A, bajo el atento objetivo de Stringer.

Las imágenes de un año (V)

Publicado el sábado, 2 de enero de 2010

Berlín, y toda Europa, celebra otro aniversario de su reencuentro. Un enamoramiento tardío que conmemora el hundimiento de una cruel separación que, caprichos del liberalismo, siempre pagan los mismos. Guste o no, hoy Europa dice que no tiene muros, pero a mí se me ocurren unos cuantos. Pero no es el turno de lanzar pedradas, sino de comenzar a pensar que todavía queda mucho por construir. Y un fasto, como el que capta Wolfgang Rattay, será recordado en el corazón de Europa (que, dicho sea de paso, está unos cuantos kilómetros más al este).

Las imágenes de un año (IV)

Publicado el viernes, 1 de enero de 2010

No abandonamos del todo las tragedias, ya que toca hablar de aquellas semanas en las que todos nos convertimos en expertos de aviación, disertamos sobre balizas, cajas negras y corrientes tropicales. El vuelo AF 447 desapareció en algún punto del Atlántico para siempre y nunca más se supo de la mayoría de los viajeros, así como de las causas de su desaparición. Se hundió y, con él, muchas historias y la confianza ciega de muchos en el avión. Que sí, que es el medio más seguro, pero que levante la mano el que no araña un poco el reposabrazos cuando entra en zona de turbulencias. Esta imagen de la agencia AFP al timón de cola del Airbus 330-200 es la viva estampa de la desesperación, de la inmensidad del vació, de la pérdida.

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