marzo 2009

De alemanes y palmeras

Publicado el sábado, 28 de marzo de 2009

Cuenta la leyenda que a los germanos les gustan las palmeras. Se ve que les recuerdan a África y a las exóticas imágenes de aquellas películas que han conformado el imaginario común del continente negro. Al sur de Europa, nosotros, no somos tan fácilmente impresionables. Seguramente porque nuestro clima no es tan regio como el suyo y permite que las palmeras sean algo, cuanto menos, cercano.

Cuenta la leyenda, también, que uno de estos alemanes seguía las palmeras allá donde podía. Las fotografiaba y se sorprendía cual niño pequeño cuando encontraba una. Como yo con la nieve. Y dice, aquella vieja leyenda, que incluso quiso comprarse una palmera. Aprendió, pues, que los valencianos aún tenemos algo de aquellos árabes que nos acompañaron durante unos cuantos siglos y que, para qué engañarnos, lo nuestro no son los campos de golf.

El caso es que aquel alemán hubiera dejado de entender todo con esta imagen. Sí, una palmera con musgo. Y es que, en el fondo, son cosas contrapuestas. O tal vez no. Depende.

En imagen, una palmera que me encontré camino de otros menesteres, justo frente al Cantón Pequeño de A Coruña. Imágenes como ésta me demuestran que A Coruña es una ciudad apasionante...¡y estoy contando muy poco de ella en este blog!

De idas y venidas

Publicado el jueves, 26 de marzo de 2009

Las despedidas más amargas, los viajes más incoherentes y las cuentas sin saldar, siempre tienen una parte buena. Lógica empírica, explicación filosófica o fe religiosa, da igual. Pero siempre hay algo que acaba por compensar, que la vida no siempre es tan insistente.

Y después del viaje del lunes pasado, con todo lo que conlleva, no hay nada como reencontrarme con Barcelona. Una Barcelona, por cierto, primaveralmente bella. Una Barcelona que m'estimo molt. Y una Barcelona en la que, pese a pasar un suspiro, me volvió a sonar a Manu Chao, Pirat's y una mezcla de Freddie Mercury y Montserrat Caballé. Todo aquello con los acordes arquitectónicos del Mediterráneo y Gaudí.

En imagen, mi pequeño paraiso en este viaje: una parada y fonda en Dunkin Donuts (aunque no tan fonda como me hubiera gustado). De fondo, Passeig de Gràcia. Cosas como ésta me demuestran que, los viajes, nunca dejan de ser oportunidades.

La obsesión de Amancio

Publicado el martes, 24 de marzo de 2009

Si hay dos empresas a las que admiro profundamente (además de Caixanova, por motivos obvios), éstas son Mercadona e Inditex. Es difícil saber con cuál de las dos me quedaría, pero mataría por entrar durante una semana en cualquiera de ellas. Y no es broma. O tal vez un poco sí...

El caso es que desde hace algunos meses sigo con especial interés lo que rodea a Amancio Ortega e Inditex en general. En el fondo supongo que será porque vivo a un cuarto de hora del hombre más rico de España. Algo que, por cierto, supone todo un ejercicio de autocontrol. Y, descubriendo empresarialmente algunos de sus secretos, no puedo más que quitarme el sombrero. Algo así como que el tiempo medio entre que una prenda de ropa es un boceto y se puede comprar en una tienda es de tan sólo 12 días. Imaginaos el poder que tiene para adaptarse a los gustos de los consumidores. Y especialmente si comparamos esto con H&M, cuyo tiempo de respuesta se alarga hasta 6 meses. O, por ejemplo, que en sólo tres años ya tenía abiertas casi un cincuentena de tiendas, cuando la mayor parte de las empresas sólo dan pérdidas en los primeros tres ejercicios.

El caso es que Amancio tiene una obsesión. Y se llama, precisamente, H&M. Tanto es así que obstaculizó durante años la posibilidad de que la marca sueca llegara a A Coruña. Cuestión psicológica o no, el bueno de Ortega fue comprando todos y cada uno de los locales y edificios en los que se interesaban los suecos. En algunos casos abría tiendas (¿otra más? ¡otra más!) y, en otros, directamente dejaba que se acumulara el polvo. Así es él.

La muestra definitiva llegó con el mercado de la Plaza de Lugo, que antiguamente era el mercado del pescado de la ciudad. En 2002 se tiró abajo y, durante cuatro años, se levantó el nuevo. En el que, y por extraño que parezca, se mezclaba el pescado y otros locales comerciales de servicios. Sí, un concepto un poco raro, pero que casi no da asco (cuanto apenas se percibe un ligero tufillo a faneca). Y, ¿a que no sabéis quién quería comprar los locales comerciales? Sí, H&M. ¿Y a que no sabéis quién los acabó comprando? Sí, Amancio Ortega.

En ellos acabó poniendo un Stradivarius, un Berskha y un Pull&Bear. Y, teniendo en cuenta que Zara, Maximo Dutti, Oysho y Zara Home están a menos de 100 metros, no había lugar para ellos. Como os podéis imaginar, al bueno de Amancio le sobraban metros por todos los lados. Y, como quien no quiere la cosa, revendió parte del espacio a Fnac. Se comenta que a la mitad de lo que le costó. Pero daba igual, H&M no consiguió entrar en 2007.

La historia acabó mal, porque H&M consiguió entrar en A Coruña en 2008, gracias a un hipercentro comercial a las afueras de la ciudad. En el fondo entró porque Amancio quiso, que si hubiera sido por él, compra los 62.000 m2 del centro y crea 10 ó 12 nuevas marcas.

En imagen, el mercado de la Plaza de Lugo, justo a las puertas de la FNAC. Imágenes como ésta me demuestran que en A Coruña todo lo que se mueve, se mueve porque Amancio quiere. Incluso este blog...

Primavera que sí llega...

Publicado el sábado, 21 de marzo de 2009

El invierno que parecía que nunca iba a acabar, acabó. El invierno del “nunca había” dice adiós para siempre. El invierno de la lluvia y viento se diluye con dos semanas de buen tiempo. Y es que, en el fondo, este invierno era un incomprendido, un rebelde sin causa que quería llamar la atención. “Le hace falta una Super Nany”, dirían por ahí dos avezados lectores de este blog. Pero no era mala estación, de verdad. Revoltosa, sí. El caso es que es historia y hasta me daría pena si no fuera porque ya está aquí la primavera. Una primavera bonita y en flor, seguro.

El caso es que me agrada el día. Me enseñaron que hoy empieza la primavera (aunque las estaciones son caprichosas hasta para empezar) y es el cumpleaños de Cristina. Un día en el que, hasta hace nada, tenía la certeza de que pasaría solo. Si acaso por alguna de las dos ciudades gallegas que me faltan por conocer. Pero no. A camino entre Valencia, Castelló, A Coruña, Santiago, Reus, Tarragona y ya no recuerdo dónde más. Con jetlag hasta en el jetlag y con demasiados colchones para una sola semana. O pocos. Pero aquí (o allí).

Un día en el que quiero felicitarte por tus 24 añitos (¡cómo pasa el tiempo!) y, en cierta medida, dedicarte esta entrada. Aunque el verdadero regalo, mutuo, es poder pasar algo de este día juntos. Felicidades, pues.

En imagen, la llegada de la primavera en A Coruña, en el Parque de Santa Margarita. Imágenes como esta borran, casi, la distancia y el resto de penurias de mi final del mundo.

Cuestión de confianza

Publicado el lunes, 16 de marzo de 2009

Siempre recordaré el temple de una novia antes de su boda. No daré más datos, excepto que era gallega. Diré que estaba nerviosa por el banquete, el menú, la iglesia, el cura y hasta por ella misma. Pero no lo estaba por el tiempo. Se casaba un sábado y había llovido varios días seguidos esa misma semana y se acababa el verano. Pero ella estaba tranquila.

El otro día la casualidad me regaló otra conversación, su antítesis. Iba en el coche de Paula, junto a Cristina por Castelló. El caso es que era martes y el viernes celebraban la fiesta de las paellas en su universidad, la UJI. Y alguien dijo: "pues menos mal que hace buen tiempo, que si no las paellas...". Ella también estaba tranquila.

Espero que me hayáis permitido este ejercicio de literatura barata, que parece sin sentido. Pero algo tiene, de verdad. Sólo quería hacer notar dos formas de comportarse: en Galicia a nadie le preocupa que ahora esté lloviendo, porque nadie garantiza que de aquí 15 minutos siga así. Y a una novia no le pone de los nervios que toda la semana anterior a su boda haya caído el diluvio universal. En cambio, en el Mediterráneo el tiempo que hace hoy, suele ser muy parecido al de mañana. Y eso preocupa.

En cierta medida, noto que por aquí la gente no se acostumbra a lo que tiene. Agradece cuando hace un día bonito y se melancólicamente se lamenta de otro día de lluvia más. Otro...

En imagen, un tendedero de la finca donde vivo que, extrañamente, tiene ropa. Precisamente nadie se fía del tiempo aquí, pero tras varios días sin llover, uno se permite sus licencias.

Viceversa

Sé que si alguien lee esta entrada desde Aldaia (poble artista i faener, bressol del palmito*), me ganaré una mayúscula bronca. La persona de la que hablo, seguramente, nunca hubiera concedido el más mínimo grado de benevolencia al tema que ahora trataré...o tal vez sí.


El caso es que odio y adoro a Pau Donés. Son dos sentimientos contrapuestos que, por esencia parecen venir de lugares distintos, pero por experiencia proceden del mismo lado: la no indiferencia. Todo esto viene motivado por la salida del nuevo disco del artista catalán y su grupo, aprovechando viejas canciones para hacer versiones. Como proyecto es una idea interesante y novedosa a estas escalas, similar a la que utilizan la mayor parte de los músicos valencianos: la creación de una discográfica. En cuanto al concepto y formato, se distribuye con El País a 10€, en un pequeño audio-libro con mucha información y explicaciones.

Pero volviendo a su música, que es el eje de esta entrada, debo decir que me desconcierta. Me llegó a encandilar con su flaca, pero lo llegué a odiar mucho. Culpa de ello la tuvo un profesor que quiso leer demasiado entrelíneas una de sus canciones. Cuando Pau, en esencia, es sencillez. Y durante un tiempo (ocho años, puede ser), lo tuve guardado en el armario. Repudiaba sus canciones, sus entrevistas y hasta ese halo de artista creador al más puro estilo Walter Benjamin (estimados periodistas valencianos, recuerden pronunciar correctamente este nombre).

Justo hace 3 semanas, en el coche y con Cristina de copiloto, me abordó la nueva versión de La flaca. Para variar sentencié: esto es un clásico, Pau, y los clásicos no se pueden tocar...qué falta de imaginación. A la semana, hice algo impensable: comprar el disco, que salía ese mismo día con El País. Y, ante mi incredulidad, lo consumí con voracidad. Y Cristina no lo entendió. Pero me gustó, me reencontré con el Pau de la sencillez, el que escribe a las palabras y el que cree que la vida se escribe trazo a trazo.

En imagen, una muestra más de cómo las personas cambiamos, afortunadamente. Y, lo mejor de todo, podemos llegar a ser muy irracionales, muy incomprensibles, muy contradictorios. Y viceversa. Tomada una de las últimas tardes de invierno en el Parque de Santa Margarita en A Coruña.

* Esta frase se encuentra a la entrada de Aldaia y viene a decir: "pueblo artista y trabajador, cuna del abanico". Por supuesto, un alaquasero de pro como yo, no puede más que dudar de estas tres afirmaciones...

Sobre las fiestas valencianas (II): Fallas

Publicado el domingo, 15 de marzo de 2009

Y aunque llevan ya 2 semanas de mascletaes, las carpas de los casales ya cortan las calles desde febrero, los petardos corren por doquier y los monumentos descompuestos toman protagonismo...oficialmente, ya estamos en Fallas. Digo estamos porque, en el fondo, es un estado, una forma psicológica de entender la vida. Esta noche es la plantà y mañana, a primera hora, los jurados recorrerán los miles de monumentos. Y, a la noche, darán el resultado (que, esperemos, no recaiga otra vez más en Nou Campanar). Desde ese momento, más de todo, pero a lo bestia. Las Fallas ya están aquí y mis pies, nuevamente, vuelven a oler a camino, a pólvora.

En imagen, Rita Barberá en una de las fotos que se repiten año tras año, con su mirada sorprendida por verse reflejada en un ninot. Imágenes como ésta me demuestran que por casa, todo sigue siempre igual.

Sobre las fiestas valencianas (I): Magdalena

Publicado el sábado, 14 de marzo de 2009

Hoy empieza la Magdalena de Castelló de la Plana. Y no esa Magdalena que todos estáis pensando, no, no. Por delante tienen nueve días cargados de luz, pólvora y ambiente festivo (¡¡toma lugar común!!). Y, lo más importante, muchas noches en collas, excesos en los mesones y alguna que otra caminata hasta la ermita. Felices fiestas, pues, a todos los castellonenses y dejad algo en el mesón de la tapa y del vino para cuando yo llegue...

En imagen, el siempre moreno Zaplana en su última Romería de las Cañas, allá por 2002. El Obama de Cartagena se dejó caer por allí aprovechando que era President de la Generalitat...y nunca más volvió.

E Universidad

Publicado el viernes, 13 de marzo de 2009

En A Coruña las líneas de autobuses no es que sean para tirar cohetes. Generalmente tienen itinerarios muy particulares, los vehículos no son ultramodernos, ni contamos con frecuencias espectaculares. Normal, ya que la ciudad no tiene los usuarios de una gran ciudad. Pese a ello, existe una prestación que le da unas cuantas vueltas al servicio que se ofrece en Valencia: la localización por GPS. En todo momento puedes saber dónde está tu autobús y cuánto tardará en llegar, a través de la página web. Es tan sencillo como ver dónde está y calcular cuánto tardarás en llegar a la parada. Hecha la operación, sabes perfectamente si correr o darte un resignado paseo.

El caso es que, con sus pros y contras, hay una excepción. Se llama "E Universidad" y es el servicio que une la ciudad con los campus universitarios, algo lejos del centro. Tiene una frecuencia de 5 minutos y es raro ir apretado durante la mayor parte del día (inevitablemente, el ser humano es masoca y le gusta creer que nadie más va a entrar a las 9 o las 10 de la mañana).

Toda esta historia acaba en algo que no tiene nada que ver con los buses de A Coruña: los aviones. Y es que, como bien sabéis, es una de las cosas que más me preocupa últimamente. Porque, seamos sinceros, en lo que llevo de año he pisado el aeropuerto de Valencia, Madrid, Santiago, Barcelona y A Coruña. Y el miércoles que viene añadiré el de Reus. Otro más. Y es que, mis transbordos imaginativos y mis viajes low cost acaban siempre de la misma manera. En tensión. Pero planificando mi último viaje a Valencia, Vueling me regaló una estampa de la que me estuve riendo un buen rato, la que veis en la foto. ¿Y cómo es posible que Vueling tenga dos vuelos tan seguidos a Santiago, desde Barcelona? ¿Tan alta es la demanda?

No, no es mentira. Simplemente que el primer vuelo es operado por Vueling y el segundo por Clickair. Y, desde hace algunas semanas, ambas compañías están convergiendo en un proceso de fusión (técnicamente Vueling ha comprado a Clickair). Pero mientras, venden cosas tan absurdas como ésta. Esto sí que es puente aéreo y lo demás son tonterías. A ver si Ryanair recapacita y hace lo propio con Valencia...

En imagen, la viva muestra del puente aéreo Santiago-Barcelona. Con imágenes como ésta da gusto viajar...

El año viajero

Publicado el miércoles, 11 de marzo de 2009

Hace algún tiempo que mantengo un idilio con la publicidad. Tanto que, siempre que puedo, me olvido de mis dos últimos años de periodismo y pienso que elegí otra carrera. Y he aquí un motivo. Algo que me sirve, por cierto, para demostrarme que todo en esta vida es querer, más que poder. Y, por eso mismo, entre el 18 y el 23 de marzo caeré a caballo entre Magdalena y Fallas. ¿Una locura? Seguramente, pero necesito demostrar y demostrarme que las distancias son una invención de la mente.

Sobre la croissancracia y otras formas de gobierno

Publicado el domingo, 8 de marzo de 2009

En esta casa, los domingos, se desayuna bien o no se desayuna. Los que me conocen saben que normalmente soy de café con leche y galletas. Y mejor si es rápido. Básicamente porque siempre me he excusado en que, si tengo hambre, los valencianos nos podemos permitir un bocadillo de palmo y medio a las 10h. Pero aquí, no hay almuerzo que valga...

Y por eso, a modo de tradición, he decidido instaurar la croissancracia o algo así, tal y como conocen los que me han visitado. Esto viene a ser que, llueva o haga sol, todos los domingos horneo mi croissant y me lo como recién hecho. Sí, sí, horneo. Mis compañeros de piso me descubrieron un pequeño enclave en el que venden estas joyas de la bollerías congeladas y, tan sólo, hace falta darle calor. Y tener un poco de mañana, porque con el tiempo he conseguido que queden así de apetitosos a la vista y al paladar.

En imagen, mi desayuno dominguero, que nada tiene que envidiar a la bienvenida de Ca Treutlein a Violeta (en la que pienso constantemente, con su "bizcocho de chocolate con virutas de chocolate y cubierto de chocolate").

Chove, chove e chove (enero y diciembre de 2009)

Publicado el sábado, 7 de marzo de 2009

Estaba esta tarde disfrutando de otro día más de perros, en casita y bien calentito, cuando caí en la cuenta de que no había transformado en estadísticas todo ese conocimiento que acumulo diariamente. Sí, mi casi enfermiza afición a controlar todo, a sacar estadísticas hasta de las cosas más absurdas. Afortunadamente, lo he solucionado...

El caso es que el tiempo, en estos dos meses, se ha portado de manera muy diversa en A Coruña. En enero tuvimos otro mes más de lluvia eterna, pero que dejó paso a un febrero maravilloso. Dos semanas de sol y más sol que nos hicieron olvidar tres meses de pocas alegrías meteorológicas (aunque no he podido contabilizarlos todos porque volé a Valencia).

Homenajes (IV)

Publicado el viernes, 6 de marzo de 2009

Tarde o pronto, sabías que tenía que llegar. Era cuestión de tiempo y más cuando lo que utilizo para homenajearte es un blog. Voy algo pasado de tiempo, pero nunca es demasiado tarde. Y de tan pasado que voy, mira por donde que llego casi justo a tiempo. No es una adivinanza, sino mi particular homenaje a la nueva vida de Toni (eternamente ligado a "de Crevillent"). Básicamente porque desde hace un mes es el chico de Medio Ambiente en EFE Alicante y su blog (antíguamente conocido como Paris-València), ahora es un lugar más respetuoso. Suerte con lo que tienes entre manos. Bueno, tampoco con todo, todo... ;)

En imagen, una de las cosas que se me ocurrió hacer cerca de la playa de Vilagarcía de Arousa. Un poco de césped, una flor, una cámara y todo lo que sé sobre fotografía gracias a Renard. Sencillo, pero directo.

El cambio (in)esperado

Publicado el lunes, 2 de marzo de 2009

Hace un rato estaba escuchando Los desayunos de TVE y un periodista de La Voz de Galicia hablaba de que los resultados de las elecciones gallegas de ayer "se venían venir". Me hizo gracia esta frase, especialmente cuando su diario, así como el resto de los medios, no había pronosticado una victoria del PP y menos con 39 escaños. Se suponía que se mantendrían las tendencias y los diversos escándalos de cada partido anularían los del resto. Pero no.

Encontrar una explicación a esta situación es difícil. De hecho, hay quien dice que es por culpa de la crisis y, posiblemente, motivos no le faltan. Las encuestas (las mismas que fallaron) daban una holgada victoria del bipartito de haberse celebrado las elecciones en noviembre. Pero fue una apuesta personal de Touriño y Zapatero mantener las fechas, aun sabiendo qué podía significar.

Incluso algunos se empeñan en trazar perspectivas estatales a estas elecciones que, huelga decir, son gallegas. Me refiero a los escándalos diversos de todos los partidos y a la situación socioeconómica general. Incluso algunos valientes se empeñan en decir que es un buen termómetro para medir a Zapatero/Rajoy. No sé, no sé...

También se escucha que existe un descontento entre el votante progresista o indeciso, que se ha desencantado tras cuatro años en los que se esperaban cambios más evidentes. Muy razonable. Las expectativas de las anteriores elecciones, con la gestión del Prestige de fondo y la inercia de Zapatero, eran muy elevadas. Un gran número de votantes, tanto jóvenes como indecisos, creyeron que era necesario un cambio. Cuatro años después, volvieron a creerlo. Y pongo el acento en que es la segunda vez que le pasa esto al PSG. Algo habrá que revisar para encontrar una explicación a por qué no pueden retener el voto y aprovechar el balance de cuatro años de gobierno.

En este sentido ha habido un gran desgaste del perfil de centro-izquierda del PSG y nacionalista del BNG. Es lo que siempre pasa con los partidos, que existe un porcentaje de fricción que no tolera las coaliciones. O no a cualquier precio y para siempre. Y si a eso le unimos el numerito de feria de determinadas asociaciones, pues da la impresión de que en Galicia se vivía en una tiranía nacionalista (gallega).

Y precisamente ese cambio no ha llegado de la Galicia rural y envejecida. Ha sido posible gracias, contrapronóstico, al Eje Atlántico y las grandes ciudades. Muy significativo. Es decir, no han decidido las personas mayores, las aldeas, los emigrantes. No, ha sido la Galicia de a pie, la que vive en mi finca y trabaja en la industria o servicios.

No se debe olvidar la sangría de votos por cuestiones locales. En Pontevedra, por promesas incumplidas con la empresa papelera que tienen en la ría; en A Coruña, tal vez por la nula implicación del ex alcalde socialista Paco Vázquez en la campaña (al que, muy pronto, le dedicaré una entrada). Y así en el resto de ciudades.

Es por ello una victoria imprevista, pero muy justificada. Y digo justificada con todos los reparos del mundo, porque los motivos, a posteriori, son fáciles de encontrar. En cualquier caso, es lo que ha decidido una amplia mayoría de los gallegos y así debe ser. Aquí acaba mis entradas sobre el seguimiento de las elecciones gallegas y, en el mejor de los casos, seguiré en los comentarios.

En imagen, el futuro presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, fotografiado en un panel durante la campaña electoral. Cabe decir que la foto es justo del día después a Carnavales. Aquí, sobre todo, guasa.

Feijóo presidente

Publicado el domingo, 1 de marzo de 2009

No lo decía ningún sondeo. Ninguno. En el mejor de los casos Feijóo sacaba 37 escaños, justo uno por debajo de los 38 de rigor que marca la mayoría absoluta. Pero la realidad siempre supera a los sondeos y el popular Alberto Núñez Feijóo será presidente de la Xunta, cuatro años después de que Fraga perdiera las elecciones.

Con algún que otro voto por contar, el PPdeG se ha impuesto con 39 diputados, frente a los 24 del PSG y el BNG. Eso implica que los socialistas pierden un escaño en Pontevedra y el BNG en A Coruña. Y es que el mito de la Galicia interior que apoya al PP y la urbanita que apoya al progresismo, se hunde. La crisis, dicen algunos.

Estamos en las elecciones más raras que recuerdo. Se decía que con una alta participación, el PPdeG no tenía nada que hacer. Pues ni con ésas: la participación más alta de la historia y Feijóo presidente.

En los próximos días habrá tiempo, en este blog y por los medios, de iniciar la reflexión alrededor de estos resultados. Que hoy, en el fondo, es demasiado tarde y han pasado demasiadas cosas.

En imagen, un momento de la noche electoral en mi ordenador: los principales diarios, la página de las elecciones de la Xunta y este blog. Muy completo, aunque a años luz del ordenador de Eloy.

Jornada electoral

Galicia vive su decisiva jornada electoral. Tras varios meses de campaña de fondo y dos eternas semanas de reproches y escándalos cruzados, esto se ha acabado y los gallegos deciden. Justo ahora empiezan a votar los últimos que quedan, porque los emigrantes gallegos en Argentina ya lo han hecho, así como los que utilizan el voto por correo. Yo, como ni estoy empadronado, ni soy emigrante gallego en Argentina, me conformo con mirar. Y elaborar mi particular lista de cosas que se pueden hacer cuando hay unas elecciones y no puedes votar:

  • Dormir hasta las 20h, sin ningún tipo de remordimiento.
  • Comerte todas los caramelos y piruletas que te han regalado, pensando que podrían comprar un voto hipotético.
  • Intentar adivinar a quién va a votar cada persona que te cruzas.
  • Intentar convencer a los vecinos de a quién deben votar.
  • Leerme reposadamente los programas electorales y contar las veces que se repite la palabra "crisis".
  • Ir a un colegio electoral e indignarme porque no me dejan votar.
  • Recontar los calcetines que tienes y clasificarlos por colores. Elaborar gráficos y trazar posibles pactos de gobierno si no hay una mayoría absoluta.
  • Ahondando en los calcetines, hacer sondeos a pie de cajón.
  • Ir a dar una vuelta en el yate de algún constructor.
  • Montar una pequeña trama de corrupción, en la que implicar a varios compañeros de piso.
  • Cambiar el frutero por un superfrutero, tan grande y moderno que sólo tiene uno igual Obama.

Y es que, quien se aburre hoy es porque quiere...

En imagen, lo más parecido a votar que voy a hacer hoy, es decir, meter uno de los múltiples sobres con votos en el buzón. Imágenes como ésta me demuestran que necesito unas elecciones, ¡yaaaaaa!

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